EDITORIAL
Editorial
La cultura de la convergencia es una propuesta conceptual de Henry Jenkins, por la que se entiende el conjunto de procesos sociales y culturales que se consolidan, modifican o transforman a partir del flujo de información y contenidos a través de múltiples plataformas mediáticas. Además, implica la cooperación de diversas industrias culturales, las prácticas migratorias de las audiencias, los públicos o los prosumidores, quienes buscan entretenimiento, información y/o interacción con otros, lo que propicia que realicen actividades dinámicas mediante el uso de las tecnologías.
La cultura de la convergencia representa también, y sobre todo, un cambio en la forma de ser, hacer y pensar, ya que motiva a los consumidores a buscar información y plantear conexiones entre diversos contenidos mediáticos que, en un primer momento, estarían dispersos.
La noción de convergencia implica, además, una cultura participativa donde el espectador o consumidor pasaría de estar en una actitud pasiva a tener un papel protagónico y proactivo, asumiendo el nuevo rol de prosumidor. Esta cultura de la convergencia incide en distintas áreas del saber humano y en sus prácticas sociales, entre ellas las educativas, y en particular cuando se consideran los hábitos que realizan las y los adolescentes y jóvenes desde el uso de los dispositivos electrónicos y las redes sociodigitales hasta las prácticas de hibridación cultural en las que se encuentran inmersos.
De la convergencia y su relación con la comunicación y las redes sociodigitales trata el número siete de Mediaciones, así que, en las siguientes páginas, los lectores encontrarán diversas miradas relacionadas con música, algoritmos, narrativas, escenarios digitales, alfabetización transmedia, patrimonio biocultural, juventud y activismo.
Con el número de Mediaciones Comunicación, convergencia y redes sociodigitales, continuamos el proyecto editorial creado desde el Colegio de Ciencias y Humanidades.
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