La era digital y los movimientos sociales contemporáneos en México

Marco Antonio Olivera Villa

Resumen

La era digital ha impactado en la organización y movilización de ciudadanos en México para buscar cambios sociales y políticos. Las redes sociales han proporcionado una herramienta poderosa para visibilizar protestas y alcanzar audiencias masivas, y han democratizado la participación ciudadana, pero también han surgido desafíos sobre su uso responsable y ético. Este ensayo examina el impacto de la era digital en los movimientos sociales en México y reflexiona sobre su potencial transformador y desafíos.

I.  Introducción

La llegada de la era digital ha tenido un impacto significativo en la forma en que los ciudadanos se organizan y movilizan para buscar cambios sociales y políticos. En México, las redes sociales y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) juegan un papel muy destacado en la manera en que se llevan a cabo los movimientos sociales: como un medio de movilización y generando un impacto significativo en la esfera pública.

Desde el surgimiento de plataformas, como Facebook y Twitter, hasta el auge de los hashtags y las campañas en línea, las redes sociales han proporcionado una poderosa herramienta para que muchas de las protestas se hagan visibles y alcancen a audiencias masivas en tiempo real. Al respecto, es importante revisar las estadísticas de uso de las redes sociales (véase Unocero, 2022, párr. 11): 

WhatsApp: 94.3% 

Facebook: 93.4%

Instagram: 79.1%

TikTok: 70.4%

Twitter: 56%

Pinterest: 46%

Telegram: 39.9%

Snapchat: 29.8%

LinkedIn: 21.6%

Discord: 15.7%

La velocidad y el alcance de la información en Internet han sido elementos clave para acelerar la propagación de mensajes y convocatorias, permitiendo que los movimientos sociales contemporáneos en México adquieran una dimensión y fuerza que nunca habían tenido.

Las redes sociales han democratizado la participación ciudadana al proporcionar una plataforma abierta para la expresión de opiniones, la creación de alianzas y la promoción de la acción colectiva. Ciudadanos, activistas, organizaciones no gubernamentales, e incluso figuras públicas, encuentran en estos espacios digitales una manera eficaz de conectarse y colaborar.

Sin embargo, a medida que estas herramientas digitales han ganado prominencia, también han surgido desafíos y cuestionamientos sobre su uso responsable y ético (véase Castillo, y Martínez, 2021). Asimismo, es importante mencionar que las redes sociales tienen aspectos negativos: la difusión de información errónea, la polarización y el acoso en línea, lo que puede obstaculizar la generación de un diálogo constructivo.

En este contexto, es crucial analizar el papel de las redes sociales como facilitadoras del activismo social en México y cómo estos movimientos han trascendido los límites digitales para generar cambios concretos en la realidad del país. En este ensayo examinamos el impacto de la era digital en la configuración de los movimientos sociales contemporáneos en México y reflexionamos sobre el potencial transformador y los desafíos que conlleva esta nueva era de activismo social.

II. Las redes sociales y el surgimiento del activismo digital en México

En los últimos tiempos, las redes sociales han desempeñado un papel determinante en la forma en que se desarrollan y organizan los movimientos sociales en México. Plataformas como Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp han permitido una conexión directa entre los activistas y la sociedad en general, amplificando las voces de aquellos que buscan generar un cambio.

Las redes han demostrado ser una herramienta poderosa para la difusión rápida de los movimientos sociales, tenemos un ejemplo muy importante en el inicio del movimiento zapatista en 1994:

El 1 de enero de 1994 entró en vigor el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) en México, Estados Unidos y Canadá, como una conquista neoliberal. Sin embargo, el mismo día una voz se escuchó desde la selva: los Zapatistas se levantaron en armas en Chiapas. En su primera Declaración de la Selva Lacandona –“¡Hoy decimos basta!”– buscaron hacer visibles las desigualdades causadas por las políticas neoliberales. Además, ellos situaron su lucha en una arena global.

Internet se fue convirtiendo en su herramienta más importante para ganar solidaridad internacional. Aunque los Zapatistas no tenían acceso a las tecnologías de información y comunicación, un estudiante estadounidense creó el primer sitio web zapatista. Poco tiempo después vinieron otros sitios web, listas de correo y foros de discusión sobre el levantamiento (Flores-Márquez, 2016, párr. 2 y 3).

Otros movimientos sociales, como el movimiento estudiantil #YoSoy132 en 2012 y las protestas por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en 2014, a través de la campaña y hashtag #FueElEstado, se beneficiaron enormemente de la capacidad de difundir sus mensajes y convocatorias en tiempo real. Así, la difusión de contenidos y mensajes a partir de las redes sociales ha permitido generar conciencia y solidaridad a nivel nacional e internacional.

III. Participación ciudadana y movilización en línea

En un mundo hiperconectado, sus principales actores políticos tienen perfiles en Facebook, Twitter y YouTube, porque las redes sociales permiten que los políticos compartan elementos privados para crear una cercanía con el pueblo. En el caso de México, donde alrededor de 63 millones de personas son usuarios en alguna red social –más de la mitad del país y con la cuarta posición mundial en tiempo de uso de las redes sociales–, convierte al país en idóneo para usar las redes sociales con objetivos políticos, basta analizar el caso de las elecciones presidenciales de 2018 (Mercado, 2018).

La era digital ha democratizado la participación ciudadana en los movimientos sociales. Ahora cualquier persona con acceso a internet puede unirse a una causa y contribuir al cambio social desde su propia comunidad u hogar (Treré, 2016; Sola, y Martínez, 2014).

Algunos puntos que evidencian lo anterior son:

  1. La facilidad de la organización: plataformas con grupos de chat y aplicaciones de mensajería han facilitado la organización de manifestaciones y protestas. La convocatoria de movilizaciones es más accesible y efectiva, lo que ha llevado a una mayor asistencia en las calles.
  2. El activismo desde casa: la posibilidad de participar en campañas y acciones de activismo en línea ha permitido que aquellos que antes no podían involucrarse directamente debido a barreras geográficas o de tiempo, ahora lo hagan desde sus hogares. Esto ha contribuido a una mayor diversidad de voces y perspectivas en los movimientos sociales.

IV. Desafíos y críticas al activismo digital

El activismo digital ha tenido un impacto significativo en la forma en que se llevan a cabo los movimientos sociales y las protestas en la era digital; sin embargo, también tiene facetas negativas y desafíos importantes, como los que se enuncian en seguida.

Superficialidad y slacktivismo: una de las principales críticas al activismo digital es la percepción de que las acciones en línea pueden ser superficiales y tener un impacto limitado. Al hacer clic en un “me gusta” o compartir una publicación en redes sociales, las personas pueden sentir que están contribuyendo al cambio social sin realmente involucrarse en acciones significativas fuera de la esfera digital. Esto se conoce como “slacktivismo”, donde la participación en línea sustituye la participación en el mundo real (véase Varela, 2017).

Burbuja de filtros y Polarización: las plataformas de redes sociales suelen utilizar algoritmos que muestran contenido basado en los intereses y las preferencias del usuario. Esto puede conducir a la formación de las denominadas “burbujas de filtros”, donde las personas sólo se exponen a información y puntos de vista que refuerzan sus creencias existentes. Como resultado, el activismo digital puede contribuir a la polarización y dificultar el diálogo constructivo entre diferentes grupos (Bruns, 2019).

Facilidad de manipulación: las redes sociales también pueden ser explotadas para la difusión de información errónea, propaganda y desinformación (fake news). Es posible crear cuentas falsas o bots para amplificar mensajes específicos o manipular la opinión pública, y esto puede socavar la credibilidad y eficacia del activismo digital (IONOS, 2020).

Privacidad y vigilancia: la participación en línea en acciones de activismo también puede plantear preocupaciones sobre la privacidad y la vigilancia. Los gobiernos y otras entidades pueden monitorear las actividades en línea, y restringir o reprimir la libertad de expresión y la participación ciudadana (Office of the High Commissioner for Human Rights, 2022).

En resumen, el activismo digital es una herramienta poderosa para la movilización social y la creación de conciencia, aunque presenta desafíos y limitaciones; en la actualidad es una importante herramienta de los políticos y de la ciudadanía para hacerse escuchar.

V. Reflexiones finales

Se abordaron diferentes ejemplos que ilustran cómo las redes sociales han sido fundamentales para amplificar las voces de los movimientos sociales en México y para movilizar a la sociedad hacia la búsqueda de un cambio social y político. Las plataformas digitales han democratizado la participación ciudadana y permitido que temas antes invisibilizados adquieran relevancia en el debate público. Es posible que el activismo en línea continue desempeñando un papel crucial en la construcción de una sociedad más justa y equitativa en México.

El auge de la era digital ha transformado la forma en que se realizan los movimientos sociales en México, amplificando las voces de los ciudadanos y facilitando la organización y movilización ciudadana; sin embargo, también es importante tener en cuenta que el activismo digital no puede reemplazar por completo la presencia física en las calles. 

En este contexto, las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador, “Benditas redes sociales”, reconocen el poder de las redes sociales para empoderar a los ciudadanos y fomentar su participación en la vida política y social del país. 

Por otro lado, la expansión de noticias falsas o mensajes engañosos afecta negativamente la credibilidad de los movimientos sociales y distorsiona el debate público.

Así, es fundamental que los usuarios de las redes sociales sean críticos y responsables al interactuar con la información que reciben, verificando las fuentes y contrastando la información antes de compartirla. 

En conclusión, las redes sociales y la era digital proporcionan una poderosa herramienta a los movimientos sociales contemporáneos en México. Han democratizado la participación ciudadana, permitiendo que más personas se involucren en la lucha por causas justas y busquen un cambio social significativo. Pero es necesario enfrentar los desafíos que plantea el activismo digital, como la desinformación, y asegurar que se utilice de manera ética y responsable.

 REFERENCIAS

Bruns, A. (2019). Filter Bubble. Internet policy review, 8(4). En: https://doi.org/10.14763/2019.4.1426

Castillo Jiménez, E. y Martínez Pinto, C. (2021). Uso responsable de tecnología en Latinoamérica y el Caribe. Ejemplos de modelos y herramientas del Norte y Sur global. Oportunidades y desafíos desde una perspectiva ética y de derechos humanos. CETyS/Centro Latam Digital. En: https://www.policylab.tech/post/qu%C3%A9-es-el-uso-responsable-de-la-tecnolog%C3%ADa

Flores-Márquez, D. (2016). Movimientos sociales e internet en México. En: https://www.opendemocracy.net/es/movimientos-sociales-e-internet-en-m-xico/

IONOS. (2020). ¿Qué son las fake news? Definición, tipos y métodos para detectarlas. En: https://www.ionos.mx/digitalguide/online-marketing/redes-sociales/que-son-las-fake-news/

Martínez, A. (2014). El Internet como espacio de participación ciudadana no electoral en México. México: Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco (tesis de licenciatura en Ciencias de la Comunicación). En: https://repositorio.xoc.uam.mx/jspui/bitstream/123456789/23342/1/50736.pdf

Office of the High Commissioner for Human Rights. (2022, September 16). Spyware and surveillance: Threats to privacy and human rights growing, UN report warns. In: https://www.ohchr.org/en/press-releases/2022/09/spyware-and-surveillance-threats-privacy-and-human-rights-growing-un-report

Ramírez, M. M. L. M. (2018, 1 octubre). La influencia de las redes sociales en la política. Foro Jurídico. En: https://forojuridico.mx/la-influencia-de-las-redes-sociales-en-la-politica/

Serrano, U. L. (2022, 4 marzo). Estas son las 10 redes sociales más usadas en México en 2022. unocero. En: https://www.unocero.com/redes-sociales/redes-sociales-mas-usadas-mexico-2022/

Sola, M. S. (2020). “Participación ciudadana y movimientos sociales, de las calles al ciberactivismo”. En J. Sabariego, A. J. Amaral, E. B. C. Salles (ed.), Algoritarismos (571-594). São Paulo: Tirant lo Blanch.

Treré, E. (2016). Redes sociales, participación ciudadana y democracia: una perspectiva realista sobre las oportunidades del digi-activismo. Comunicación y Sociedad, (26), 255-258. En: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-252X2016000200255

Varela, M. (2017, 28 septiembre). Slacktivismo: una palabra complicada para algo que conocemos todos. LA NACION. En: https://www.lanacion.com.ar/tecnologia/slacktivismo-una-palabra-complicada-para-algo-que-conocemos-todos-nid2067090/

Pin It on Pinterest

Shares
Share This