Cine Archivos - MediacionesCCH https://mediacionescch.com/category/10secciones/05cine/ Revista digital del CCH. Proyecto independiente de literatura, investigación y divulgación cultural. Fri, 18 Oct 2024 21:36:16 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7.1 https://mediacionescch.com/wp-content/uploads/2020/08/cropped-imagotipo-32x32.png Cine Archivos - MediacionesCCH https://mediacionescch.com/category/10secciones/05cine/ 32 32 Space Jam 2: una nueva era: Las capacidades futuras y probables de la inteligencia artificial (IA) https://mediacionescch.com/2024/10/space-jam-2-una-nueva-era-las-capacidades-futuras-y-probables-de-la-inteligencia-artificial-ia/ Fri, 18 Oct 2024 21:35:15 +0000 https://mediacionescch.com/?p=7082 El cargo Space Jam 2: una nueva era: Las capacidades futuras y probables de la inteligencia artificial (IA) apareció primero en MediacionesCCH.

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Space Jam 2: una nueva era: Las capacidades futuras y probables de la inteligencia artificial (IA)

Diego Flores Téllez

Portada de la película (Fuente: Doblaje Wiki).

Can machines think? (“¿Pueden pensar las máquinas?”), preguntó Alan Turing, un criptoanalista, informático y matemático británico, en su artículo “Computing Machinery and Intelligence” (“Maquinaria Informática e Inteligencia”, por su traducción al Español), que fue publicado en la revista del Reino Unido Mind, el 1 de octubre de 1950.

De acuerdo con su escrito, Turing plantea la posibilidad de que el hombre pueda instruir y dirigir a las máquinas con la finalidad de que aprendan, comprendan y piensen para resolver problemas al igual que los seres humanos. En otras palabras, este informático británico sentó las bases de lo que actualmente conocemos y llamamos Artificial Intelligence (AI).

A la Inteligencia Artificial (IA), en español, podemos definirla como el campo de estudio y la ciencia dedicada a crear programas informáticos con la finalidad de ejecutar acciones comparables a las que hace la mente humana; también es la capacidad de las computadoras y de los robots para llevar a cabo actividades semejantes a las que realiza el hombre y la mujer.

Al igual que el informático de Reino Unido, hace casi dos años y medio, y a través de un filme, se plantearon de forma implícita dos preguntas, a saber: 1) ¿la inteligencia artificial buscará el reconocimiento debido a su labor?, y 2) ¿podrá atrapar a los seres humanos en sus servidores mediante la digitalización, representando, así, una amenaza para la humanidad? Dicha obra cinematográfica es Space Jam 2: A new legacy.

Space Jam 2: Una nueva era, por su traducción al español, es una película estadounidense de animación, ciencia ficción y comedia, dirigida por el guionista y director norteamericano Malcolm D. Lee, y producida por la productora de Estados Unidos, Warner Bros (WB).

Este filme, que se estrenó el 16 de julio de 2021, cuenta con la participación de las actrices y de los actores Xosha Roquemore, Stephen Kankole, Jalyn Hall, Ceyair J. Wright, Cedric Joe, Lebron James, Sonequa Martin-Green, Harper Leigh Alexander, Khris Davis y Don Cheadle, quienes interpretan a las y los personajes de Shanice James, Lebron James (adolescente), Malik (adolescente), Darius James, Dom James, Lebron James (adulto), Kamiyah James, Xosha James, Malik (adulto) y Al G. Rhythm, respectivamente.

Asimismo, en Space Jam 2: Una nueva era participan, pero en voz de las actrices y de los actores Jeff Bergman: Bugs Bunny, Sam Bigotes y Silvestre; Zendaya: Lola Bunny; Eric Bauza: Elmer Gruñón, El Gallo Claudio, El Pato Lucas, Marvin El Marciano y Porky; Candi Milo: Abuelita; Bob Bergen: Piolín; Gabriel Iglesias: Speedy Gonzales, y Fred Tatasciore: El Demonio de Tasmania.

A lo largo de una hora con 51 minutos, para ser exactos, las espectadoras, los espectadores y les espectadores miramos cómo en las instalaciones de la productora estadounidense Warner Bros (WB), localizadas en Burbank, California, Estados Unidos, de forma específica en su serviverso, o en otras palabras, en su realidad virtual creada por sus ordenadores, una inteligencia artificial, de nombre Al G. Rhythm, idea y ejecuta un plan para conseguir reconocimiento y respeto debido a su labor, porque nadie sabe quién es.

Dicho plan consiste en escanear al basquetbolista norteamericano LeBron James y hacer diferentes proyectos en los que este jugador de basquetbol no mueva ni un dedo. Pero, al citar en la sala de juntas de dicha casa productora de Estados Unidos con el fin de mostrarle la propuesta, la rechaza, no sin antes de que su hijo menor, Dom James, quede asombrado con esta IA y anuncie su deseo de acudir al campamento de videojuegos E3 en lugar del de baloncesto, capricho de su padre, por cierto.

Ante el anuncio, LeBron se enoja, porque su intención era que su hijo menor fuera a dicho campamento, ambos discuten y, al dirigirse a la salida de esta productora, son digitalizados por Al G. Rhythm, quien reta al jugador de basquetbol a un partido para devolverle a Dom sano y salvo, al que manipula a espaldas de su papá, y los dos personajes regresen al mundo real. Con el objetivo de lograrlo, Pete, asistente de esta IA, envía a LeBron al de los Looney Tunes, donde Bugs Bunny le cuenta que sus amigas y amigos fueron engañadas y engañados por Al G. Rhythm, marchándose a distintos mundos de WB.

Así, el jugador de baloncesto y el conejo, dueño de la frase “¿Qué hay de nuevo, viejo?”, se unen para juntar a Abuelita, Elmer Gruñón, El Correcaminos, El Coyote, El Demonio de Tasmania, El Gallo Claudio, El Pato Lucas, Gossamer, Lola Bunny, Piolín, Porky, Sam Bigotes, Silvestre y Speedy González, a jugar el partido y rescatar al hijo menor de LeBron, quien comparte un juego electrónico sobre este deporte, que estaba desarrollando a escondidas de su padre, con dicha IA.

Además de conocer el videojuego diseñado por parte de Dom, Al G. Rhythm roba un escáner también realizado por el hijo menor de este jugador de basquetbol con el objeto de digitalizar, a través de sus teléfonos celulares, a la gente que vaya a observar el partido, incluyendo a la esposa, al hijo mayor y a la hija menor de Lebron, Kamiyah, Darius y Xosha James, respectivamente, adhiriendo, de manera consecuente, más condiciones al trato realizado al inicio.

Cuando la cuenta regresiva del partido de baloncesto acaba, el Escuadrón Toon debe enfrentarse al Escuadrón Goon, compuesto por Arachnneka, Chronos, Dom, The Brow, Wet-Fire y White Mamba, para no ser borrados definitivamente por dicha IA, y que las personas escaneadas vuelvan a sus casas y no permanezcan atrapadas en el serviverso de esta casa productora norteamericana. Sin embargo, el juego electrónico programado por el hijo menor del jugador de basquetbol no es del deporte clásico, sino más bien uno mejorado, con habilidades especiales, potenciadores y puntos por estilo, con los que las y los integrantes del Escuadrón Goon le ganan por mucho al Escuadrón Toon.

Para el final, las y los miembros de los Looney Tunes remontan y superan a sus contrincantes por un punto, siendo ellas mismas y ellos mismos, Al G. Rhythm es posterizado y la gente sale de la realidad virtual de Warner Bros; LeBron y Dom mejoran su relación padre-hijo, y el jugador de baloncesto manda a su hijo menor al campamento de juegos electrónicos E3, no sin antes agradecerles a Bugs Bunny, y a sus amigas y amigos.

Además del tema de la importancia de mantener una buena relación padre-hijo, el filme Space Jam 2: Una nueva era está relacionado con la temática del número nueve de Mediaciones: Revista académica de comunicación del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), a saber: “Comunicación e inteligencia artificial: Retos y escenarios para el futuro y el presente”.

A pesar de estar en auge y presentes en la vida de la gente en forma de aplicaciones GPS, asistentes virtuales (como Alexa o Siri), atención al cliente automatizada o chatbots, entre otras, tanto los escenarios del presente como del futuro de la inteligencia artificial (IA) son inciertos; en otras palabras, son desconocidos, dudosos, no seguros.

Aunque de nueva cuenta, dicho campo de estudio y ciencia tuvo grandes avances en materia de salud, por ejemplo, al detectar el riesgo de padecer cáncer de pulmón y Parkinson antes de la aparición de los primeros síntomas, a finales de marzo de 2023, más de mil especialistas en IA pidieron detener ésta durante seis meses, como mínimo.

“Los laboratorios desarrollan y ejecutan cerebros digitales cada vez más poderosos; ni siquiera sus creadores los pueden comprender, controlar ni predecir”, afirmaron personajes como el cofundador de Apple, Steve Wozniak, el director de Stability AI, Emad Mostaque, y el empresario sudafricano Elon Musk. “Pueden crear datos erróneos y automatizar los trabajos”, agregaron.

Asimismo, algunas personas han aprovechado y mal empleado a la IA con el fin de elaborar audios, escritos, fotos y videos falsos, tales como del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), del actor, cantante y compositor puertorriqueño Bad Bunny, del grupo estadounidense Jonas Brothers, del intérprete puertorriqueño Luis Miguel, y del Papa Francisco, entre otros. El asunto que se plantea en esta obra cinematográfica, es la búsqueda de reconocimiento y respeto, y también la digitalización del ser humano y su traspaso al servidor, muy de ciencia ficción, pero cuenta con elementos que permiten visualizar su acontecer en un futuro lejano, donde, en efecto, la inteligencia artificial posea su propia inteligencia, valga la redundancia.

Para concluir, es importante que las desarrolladoras y los desarrolladores de IA trabajen con cautela, porque la gente debe usar esta última correctamente y los gobiernos necesitan regularla a través de la expedición de leyes, que ya comienzan a proponerse; todos estos son nuestros retos. Space Jam 2: Una nueva era tiene clasificación B, es apta para adolescentes de 12 años en adelante, y puede verse mediante Prime Video.

“Es hora de que hagan lo que mejor saben hacer”

Ficha Técnica

Título: Space Jam 2: Una nueva era

Dirección: Malcolm D. Lee

Producción: Warner Bros (WB)

Duración: 01 h 51 min

País: Estados Unidos

Año: 2021

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Los movimientos sociales, una perspectiva desde la cinematografía https://mediacionescch.com/2024/06/los-movimientos-sociales-una-perspectiva-desde-la-cinematografia/ Sat, 08 Jun 2024 20:34:15 +0000 https://mediacionescch.com/?p=6897 En un mundo lleno de desigualdades, guerras, pobreza, hambruna, feminicidios y crímenes de odio para la población LGBTTTIQA+ y un sinfín de incumplimientos de los Derechos Humanos, los movimientos sociales se convierten en una herramienta para exigir una vida más justa y feliz.
Los movimientos sociales son motores de cambio que ayudan a transformar las políticas públicas para un beneficio sociocultural o de cualquier índole, su organización juega un rol importante en la sociedad, porque la construcción de cada movimiento, su identidad y forma de...

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Los movimientos sociales, una perspectiva desde la cinematografía

Alan M. Montalvo Pantoja

Imagen: Portada de la película Lorena la de pies ligeros
Recuperada de: https://www.filmaffinity.com/es/film660344.html

En un mundo lleno de desigualdades, guerras, pobreza, hambruna, feminicidios y crímenes de odio para la población LGBTTTIQA+ y un sinfín de incumplimientos de los Derechos Humanos, los movimientos sociales se convierten en una herramienta para exigir una vida más justa y feliz.

Los movimientos sociales son motores de cambio que ayudan a transformar las políticas públicas para un beneficio sociocultural o de cualquier índole, su organización juega un rol importante en la sociedad, porque la construcción de cada movimiento, su identidad y forma de manifestación han cambiado adecuándose a las necesidades histórico-sociales que viven.

Éstos buscan distintos medios para comunicar sus inquietudes y su identidad, así como sumar a más personas que tengan el mismo objetivo y, de esta manera, crear cambios sustanciales; sin embargo, a lo largo de la historia muchos movimientos han sido olvidados, ya sea por no cumplir su objetivo o sólo se han desvanecido por cuestiones políticas.

Para ello, el cine se ha convertido en una memoria viva que nos recuerda aquellas personas y aquellos movimientos que han marcado la diferencia en la sociedad, a través de la lente se han capturado o personificado estos movimientos, sus luchas y sus desenlaces. 

Y en su captura, el documental ha sido un gran aliado para preservar estos acontecimientos que marcaron la historia de la sociedad y la vida de las personas que fueron parte de esas luchas.

 

Desde el cine

El cine, como medio de comunicación masiva, es un excelente transmisor de mensajes que permite poner en la mira los conflictos que aquejan a una sociedad en específico. Desde el momento en que el documental existió, comenzó a abstraer los conflictos culturales de su nicho para exponerlos en otros espacios y otras miradas que pudieran dar cuenta de ello, y actuar en consecuencia.

La historia no podría ser contada de la misma forma sin considerar al cine como pieza clave, ya sea como centro del conflicto o el big brother que observa todo y quiere darle solución. Gracias al cine documental podemos volver al pasado; revivir momentos históricos que marcaron nuestro presente; indignarnos con aquellas luchas que no encontraron salida; entender nuestro mundo; conmovernos hasta la rabia; reflexionar en lo verdaderamente importante, y conocer otras culturas, otras sociedades. 

El cine permite protestar desde otra trinchera, genera narrativas que permiten el encuentro con el otro, comunica aquello que se oculta a la vista de todas las demás personas; qué mejor que el cine de no ficción para aprehender esos movimientos y dejarlos a la posteridad, porque “el hombre que no conoce su historia está condenado a repetirla” (Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana).

Aprovecho para compartirles tres documentales que podrán disfrutar en Netflix (por aquello de la inmediatez):

  • Lorena, la de pies ligeros (2019). Es un documental muy inspirador que nos presenta a Lorena Ramírez, la velocista mexicana rarámuri que ha puesto el nombre de México en alto.

  • Las tres muertes de Marisela Escobedo (2020). Este documental nos presenta el proceso que vive una mujer para esclarecer el feminicidio de su hija en México.

  • La vocera (2020). Esta película de no ficción muestra la campaña de María de Jesús Patricio (Marichuy), la primera mujer indígena que se postuló a la presidencia de México.

Espero puedan darse una vuelta a su sala y disfruten de alguno de estos documentales que, sin duda, nos darán mucho de qué hablar.

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Las tres muertes de Marisela Escobedo: legado del movimiento feminista en México https://mediacionescch.com/2024/06/las-tres-muertes-de-marisela-escobedo-legado-del-movimiento-feminista-en-mexico/ Sat, 08 Jun 2024 20:16:36 +0000 https://mediacionescch.com/?p=6887 El cargo Las tres muertes de Marisela Escobedo: legado del movimiento feminista en México apareció primero en MediacionesCCH.

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Las tres muertes de Marisela Escobedo: legado del movimiento feminista en México

Diego Flores Téllez

En memoria de Rubí Marisol Fraire Escobedo,

de Marisela Escobedo Ortiz

y de todas las víctimas de feminicidio en México

 

Al interior de un cuarto, cuyas paredes son de color blanco, aparece, en primer plano, una mujer con cabello corto a la altura de los hombros, entre castaño y rubio, y suelto, porta lentes, que oscilan entre las formas rectangular y ovalada; viste una blusa y un saco negro.

—Hola, buenas tardes. Mi nombre es Marisela Escobedo Ortiz, madre de Rubí Marisol Fraire Escobedo, y le he perdido el miedo a todo. He perdido el miedo a la muerte, que es lo peor que me podría suceder, he enfrentado a las autoridades, he enfrentado al gobernador, he enfrentado a quien se me ha puesto enfrente, y quiero que mi hija, donde quiera que esté, sepa que la amo, y no voy a dejar de luchar hasta que se le haga justicia…

 

Así comienza Las tres muertes de Marisela Escobedo, documental dirigido por el fotógrafo, documentalista, director y productor mexicano Carlos Pérez Osorio, producido por las casas productoras de México y estadounidense, Scopio y VICE Studios Latin America, respectivamente.

Dicho filme se estrenó el 14 de octubre de 2020 en la plataforma de streaming norteamericana Netflix; es decir, dos meses y dos días antes del décimo aniversario del asesinato de la enfermera y activista mexicana Marisela Escobedo Ortiz, que aconteció la noche del 16 de diciembre de 2010.

A lo largo del documental Las tres muertes de Marisela Escobedo, que tiene una duración de una hora con 49 minutos, para ser exactos, se muestran las diferentes acciones hechas por esta enfermera nacida en el Estado de Coahuila, ante el feminicidio de Rubí Marisol Fraire Escobedo, que ocurrió en el 2008.

La narración se da a través de distintos testimonios de diversas y diversos familiares, amistades, funcionarias públicas y funcionarios públicos, entre otras y otros, quienes recuerdan a Doña Marisela Escobedo Ortiz y reconstruyen la ardua labor que realizó durante sus últimos años de vida, para encarcelar a Sergio Rafael Barraza Bocanegra, y hacerle justicia a su hija.

Alejandro y Juan Manuel Fraire Escobedo, son hijos de dicha activista, y Blanca Escobedo Ortiz, es su hermana. En relación con estos familiares y a esta familia, atestiguaron sus abogadas y sus abogados: Carlos Spector, Gabino Gómez, Lucha Castro y Ruth Fierro.

Algunas funcionarias públicas y algunos funcionarios públicos fueron Noel Rodríguez, agente del ministerio público, Patricia González, en ese entonces Procuradora General de Justicia del Estado de Chihuahua, quien ejerció ese cargo de 2004 a 2010, y Perla Márquez, defensora pública. Igualmente se sumó a la periodista Patricia Mayorga.

La causa por la que decidí volver a ver y reseñar este documental, es porque se relaciona con el tema de la octava edición de Mediaciones: Revista académica de comunicación del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH): “Comunicación, protesta, y movimientos sociales y culturales”, y porque así como existen múltiples clases de comunicación (intrapersonal, interpersonal, grupal y masiva), la señora Marisela Escobedo Ortiz dio a conocer el caso de Rubí Marisol Fraire Escobedo a niveles local, estatal, nacional e internacional.

Es decir, después de la investigación llevada a cabo por esta enfermera, y del arresto de la expareja de su hija, la también activista, con una fotografía de Rubí Marisol Fraire Escobedo, sus familiares y sus amistades, marcharon durante una semana, antes del juicio de dicho feminicida. Estas actividades consistieron en un conjunto de manifestaciones o concentraciones al aire libre a manera de marcha, en la que las y los manifestantes protestaban contra el feminicidio de la hija de doña Marisela Escobedo Ortiz, en busca de castigo para Sergio Rafael Barraza Bocanegra y de justicia para Rubí Marisol Fraire Escobedo.

A pesar de que la expareja de esta última confesó su crimen, aunque condujo a la policía a donde arrojó el cuerpo golpeado y calcinado de la hija de la enfermera, incluso cuando declararon varias testigas y varios testigos, la jueza Catalina Ochoa, y los jueces Rafael Boudib y Nezahualcóyotl Zúñiga, absolvieron al acusado. Luego de esta decisión, cuya determinación fue, es y seguirá siendo desgarrador por las diferentes reacciones de las y los asistentes al juicio, tanto la activista como su movilización se consolidaron, porque protestaron en Chihuahua y en otros estados de México contra el fallo del tribunal de “justicia”.  

Desafortunada, lamentable y tristemente, doña Marisela Escobedo Ortiz fue asesinada a balazos frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua la noche del 16 de diciembre de 2010, por órdenes de Sergio Rafael Barraza Bocanegra, quien era entonces integrante del cártel de Los Zetas y fue abatido en 2012; es decir, no hubo justicia ni para Rubí Marisol Fraire Escobedo y menos para la señora Marisela Escobedo Ortiz.

Aunque su muerte quedó impune, la enfermera y activista Marisela Escobedo Ortiz dejó un gran legado y se convirtió en un referente del movimiento feminista, que se ha estado fortaleciendo en los últimos años, y de manera específica contra los distintos tipos de violencia contra las mujeres.

Finalmente, y a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que es cada 25 de noviembre desde hace 23 años, a lo largo del 2022, 59,141 niñas y adolescentes de 0 a 17 años de edad, sufrieron acoso sexual, hostigamiento sexual, violencia familiar, lesiones, trata de personas, violación, homicidio y feminicidio, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En cuanto a las mujeres de 18 años de edad en adelante, 41.8% sufrió alguna clase de violencia durante su infancia y su adolescencia.

Las tres muertes de Marisela Escobedo está disponible en Netflix y es clasificación B, en otras palabras, apta para adolescentes de 12 años de edad en adelante.

“Los hombres que acostumbran a violentar a las mujeres van a saber que las penas no nomás están plasmadas en un papel”

Ficha técnica:
Título: Las tres muertes de Marisela Escobedo
Dirección: Carlos Pérez Osorio
Producción: Scopio y Vice Studios Latin America
Duración: 1 h 49 min
País: México
Año: 2020

Portada del documental (Fuente: Filmaffinity).

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Alice Guy, el nombre casi borrado de la historia cinematográfica. https://mediacionescch.com/2023/12/alice-guy-el-nombre-casi-borrado-de-la-historia-cinematografica/ Sat, 16 Dec 2023 06:00:00 +0000 http://rwj.pgm.mybluehost.me/mediacionescch.com/?p=6267 Hoy, más que presentarles alguna reseña de película, quiero compartirles un poco sobre la biografía de una de las mujeres pioneras de la industria cinematográfica y cómo fue casi olvidada por toda una industria internacional, sólo por el hecho de ser mujer; sin embargo, si no fuera por ella, el séptimo arte no se conocería como lo es hoy en día...

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Alice Guy, el nombre casi borrado de la historia cinematográfica

Alan Montalvo Pantoja

Hoy, más que presentarles alguna reseña de película, quiero compartirles un poco sobre la biografía de una de las mujeres pioneras de la industria cinematográfica y cómo fue casi olvidada por toda una industria internacional, sólo por el hecho de ser mujer; sin embargo, si no fuera por ella, el séptimo arte no se conocería como lo es hoy en día.

Alice Ida Antoinette Guy, francesa nacida el 1 de julio de 1873 en Saint-Mandé, región de la Isla de Francia, mejor conocida como la Región Parisina, fue la primera mujer en crear una película de ficción, visionando al cinematógrafo como una herramienta para plasmar y contar historias a través de la lente, siendo la primera persona en implementar el montaje dentro de las películas, y un poco antes que Georges Méliès.

A lo largo de su vida, Alice Guy creó más de mil películas, comenzando en 1896 con su primera ficción La Fée aux Choux (El hada de los repollos), que era una adaptación de un cuento francés infantil, en que se narra que las niñas nacen de rosas y los niños de repollos, estrenada “unas semanas antes de que Georges Méliès entrara de lleno en el negocio cinematográfico” (Sadurni, 2021), de ahí hasta su última producción de 1918, año también en que la Metro Goldwyn Mayer distribuyó todas sus realizaciones.

En todo ese tiempo, Alice Guy no sólo se dio a la tarea de sentar las bases para lo que hoy se conoce como industria cinematográfica, sino que fue pionera en muchas fases de la producción, desde la adaptación, el guion, la dirección, la edición, la distribución y el casting, entre otras, porque desde el instante en que ella conoció el cinematógrafo, por 1885, en una de las presentaciones de los hermanos Lumière, se dio cuenta de las infinitas posibilidades de contar historias, “pero los Lumière tenían una visión científica, no artística ni comercial de su invento, y en un año otros creadores les adelantaron, empezando a explorar la capacidad del cine de contar historias” (Belinchón, 2017).

En 1906 realizó una de sus películas más ambiciosas, La naissance, la vie et la mort du Christ (El nacimiento, la vida y la muerte de Cristo), producto audiovisual de 33 minutos y 16 segundos, donde Alice Guy refleja la vida de Cristo en capítulos, llevándonos desde su nacimiento hasta la resurrección del personaje principal, contando con la participación de 300 extras, sets preparados para la ambientación de la época y un vestuario pensado para personificar esos momentos.

Un hechizo egipcio

Creadora de su propia casa productora de películas en Estados Unidos, pionera de los procesos de la producción cinematográfica e inventora del montaje –lo que hoy podemos llamar edición–, todo fue insuficiente para Alice Guy, porque el divorcio con su esposo y productor de cine, Herbert Blaché, le costó su reputación, fortuna y el olvido de sus avances para la industria, uno de los Damnatio Memoriae más cercanos a nuestra época.

El Damnatio Memoriae es una expresión que en latín significa “condena de la memoria”, se utilizaba en el imperio Romano, pero también en el Antiguo Egipto, y se trataba de “la destrucción de la imagen de una persona con el objetivo de anular su existencia. Pero no sólo era preciso destruir la imagen, sino también borrar el nombre de la persona, […] pues el nombre era considerado un componente del hombre” (De la Fuente, 2009).

En pocas palabras, el Damnatio Memoriae consistía en borrar de la historia todo registro de la persona, pero en la era de los faraones; esta práctica no sólo se basaba en la eliminación física de los monumentos, los jeroglíficos, las estatuas o la historia narrada, sino que era una magia tan poderosa que buscaba eliminar todo recuerdo de la persona, y algunos faraones que fueron maldecidos con esta magia, son Akhenatón, por haber cambiado el sistema de creencia politeísta a la adoración monoteísta; además de Hatshepsut, la primera faraón, por el hecho de ser mujer y haber quebrantado todas las reglas de su época.

Aunque se han sumado años de olvido, hoy en día se han realizado esfuerzos para otorgar el reconocimiento a todas aquellas mujeres de la historia, que han formado parte importante de lo que somos ahora, muchas de ellas ocultas tras el nombre de una figura paterna, otras tantas arrebatadas de sus logros y reconocimientos, y muchas más obligadas a ceder sus descubrimientos a hombres; sin embargo, el poder de la comunicación nos permite buscar y dar voz a todas aquellas personas que han tratado de ser borradas, y qué mejor que este número de Mediaciones para hacer un recordatorio sobre la importancia de la perspectiva de género en nuestros canales, medios y formatos de comunicación.

REFERENCIAS

Belinchón, G. (2017). Alice Guy Blaché, la pionera del cine sale del olvido. El País. En: https://elpais.com/cultura/2017/03/26/actualidad/1490534401_520954.html (consultado el 28 de junio de 2022).

De la Fuente, A. (2009). Aspectos iconográficos de la magia en el antiguo Egipto: Imagen y Palabra. Revista Akros, 8, 63.

Sadurni, J. M. (2021). Alice Guy Blaché, la pionera olvidada del cine. Historia. National Geographic. En: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/alice-guy-blache-pionera-olvidada-cine_17230 (consultado el 28 de junio de 2022).

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Disney+ y the long tail https://mediacionescch.com/2023/12/disney-y-the-long-tail/ Sat, 16 Dec 2023 06:00:00 +0000 http://rwj.pgm.mybluehost.me/mediacionescch.com/?p=6270 Las plataformas de streaming son una valiosa fuente de entretenimiento e información para la mayoría de las personas que leemos esta revista, y porque tenemos acceso a una o varias de ellas. Esta diversificación de plataformas, y por tanto de contenidos, nos permite tener un gran número de opciones para su visionado, pero ¿en realidad elegimos el contenido que vemos?...

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Disney+ y the long tail

Alan Montalvo Pantoja

Las plataformas de streaming son una valiosa fuente de entretenimiento e información para la mayoría de las personas que leemos esta revista, y porque tenemos acceso a una o varias de ellas. Esta diversificación de plataformas, y por tanto de contenidos, nos permite tener un gran número de opciones para su visionado, pero ¿en realidad elegimos el contenido que vemos?

En esta edición de Mediaciones nos adentramos a un tema por demás interesante para la industria cinematográfica, porque la pluralidad de plataformas y las maneras de ver cine han modificado a las y los espectadores, tomando en consideración la diversificación de plataformas que se convierten en extensiones de nosotros como consumidores. ¿En qué sentido? En el hecho de elegir dónde ver la película que deseamos, ya sea en una sala de cine, si es que el estreno lo permite, o en la comodidad de nuestro sofá a través de la pantalla de 50 o 75 pulgadas, en nuestro viaje en avión mediante nuestra tableta, en la oficina con la computadora o en el transporte público en la pantalla de nuestro celular; todas estas opciones han modificado nuestra forma de ver cine y de experimentarlo, porque cada formato nos da una experiencia totalmente distinta.

Según Bernard Miége (1987, pág. 274), “la convergencia es el rápido crecimiento de las nuevas plataformas de distribución de los medios de comunicación”, y entre más plataformas mayor contenido, y entre más contenido menos posibilidades de ver, entonces, ¿decidimos lo que vemos?, ¿o nuestras plataformas preferidas, a través de sencillos algoritmos, como la calificación que damos a lo que terminamos de ver y las búsquedas que hacemos en su catálogo, van definiendo el contenido que puede ser resultado de nuestro interés? A mayor contenido menor capacidad de elección, pero también a mayor contenido distintos formatos, porque nos estamos acostumbrado, después de la pandemia por Covid-19, a que los estrenos de películas sean exclusivos en salas de cine, con el objetivo de incentivar las visitas a estos recintos, y después consumir esos metrajes en plataformas de streaming, o realizar un pago adicional para tener el contenido antes que las demás personas. Tal es el caso de Disney+, a esto se le llama the long tail, término acuñado por Chris Anderson para referirse a las ventas minoritarias en plataformas digitales.

Entonces, ¿somos libres de decidir el contenido que queremos ver y libres de decidir el tipo de formato donde lo veremos?

Para el contenido audiovisual, las redes sociodigitales se convirtieron en las mejores plataformas para su distribución y exhibición, haciéndose conscientes del gran potencial que esto implica, porque el contenido transmediático, el uso de multiplataformas, el fandom y otros elementos, como algoritmos y dispositivos, nos permiten generar esta idea de ser consumidores activos y conscientes, cuando en realidad sólo tenemos mayores opciones de visualizar lo mismo.

Nuestro actuar en las redes sociodigitales hoy, marcan la pauta de lo que veremos mañana, ya que las “decisiones” que tomamos respecto al contenido que se nos ofrece nos va definiendo un perfil como consumidor y espectador y, por tanto, nos arroja el contenido que “queremos” ver.

¿El top 10 de las series y películas en nuestras plataformas favoritas de contenido audiovisual han sido elegidas de manera libre por el consumidor?

Sigamos reflexionando sobre este tema, tomemos conciencia del contenido que queremos ver, adentrémonos al catálogo que nos ofrecen nuestras plataformas, decidamos ver tal o cual contenido en nuestros dispositivos, sigamos disfrutando de la experiencia cinematográfica a nuestro alcance, pero convirtámonos en consumidores activos reales y aprovechemos las plataformas de distribución a nuestros intereses.

No quiero finalizar sin antes compartir una recomendación alusiva a nuestro número siete de Mediaciones. Les invito a ver, en el dispositivo que quieran, El dilema de las redes sociales (The social dilemma), un producto híbrido entre documental y ficción, original de Netflix y parte de la selección oficial del Festival Sundance (EU) de 2020, donde abordan el tema de los algoritmos de las redes sociales y cómo influyen nuestras decisiones para obtener el contenido que vemos a diario en nuestras pantallas y las distintas emociones que pueden ser controladas a través de ellas. Les invito a verlo en la plataforma de Netflix, sólo decidan si quieren verlo en su celular o en la pantalla.

Ficha Técnica

Título: The Social Dilemma

Dirección: Jeff Olowski

Duración: 94 min

País: EU

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Cuando la ficción supera a la realidad https://mediacionescch.com/2022/02/resena-de-contagion-steven-soderbergh/ Sun, 20 Feb 2022 15:00:00 +0000 http://rwj.pgm.mybluehost.me/mediacionescch.com/?p=5086 En esta edición de Mediaciones hablamos de un tema por demás interesante, “la comunicación en tiempos de la Covid-19”, para seguir con esta línea, me di a la tarea de buscar una película que pudiera ilustrarlo de la mejor manera y, claro, fuera de gran interés para recomendarla.
Así fue que me encontré con la cinta Contagion (Contagio), de Steven Soderbergh (Estados Unidos, 2011), estrenada en México en octubre de 2011 y que, viéndola hoy, parecería un reflejo de nuestra realidad actual.
Dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por una lista de actores y actrices de trayectoria hollywoodense, como Gwyneth Paltrow, Matt Damon, Kate Winslet, Marion Cotillard, Jude Law, Laurence Fishburne y Bryan Cranston, nos narra cómo la población mundial entra en caos por un virus que se contagia vía...

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Cuando la ficción supera a la realidad

Alan Montalvo Pantoja

En esta edición de Mediaciones hablamos de un tema por demás interesante, “la comunicación en tiempos de la Covid-19”, para seguir con esta línea, me di a la tarea de buscar una película que pudiera ilustrarlo de la mejor manera y, claro, fuera de gran interés para recomendarla. 

Así fue que me encontré con la cinta Contagion (Contagio), de Steven Soderbergh (Estados Unidos, 2011), estrenada en México en octubre de 2011 y que, viéndola hoy, parecería un reflejo de nuestra realidad actual.

Dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por una lista de actores y actrices de trayectoria hollywoodense, como Gwyneth Paltrow, Matt Damon, Kate Winslet, Marion Cotillard, Jude Law, Laurence Fishburne y Bryan Cranston, nos narra cómo la población mundial entra en caos por un virus que se contagia vía respiratoria y puede causar la muerte de un ser humano en cuestión de días, teniendo síntomas previos: dolor de cabeza, fiebre alta, tos y convulsiones. ¿Te parece familiar? Pues sí, este largometraje nos remite directamente a la pandemia a la que enfrentamos, y lo más curioso es pensar que este filme fue realizado 10 años atrás.

Contagion presenta a Beth Emhoff (Gwyneth Paltrow), una mujer que hace un viaje de negocios a Hong Kong, China, donde convive con varias personas en un casino y está a un día de regresar a Estados Unidos para encontrarse con su familia en Minneapolis; sin embargo, antes de llegar a casa, decide hacer una escala en Chicago para convivir con su amante. 

A un día de haber llegado a su hogar y convivido con su marido Mitch Emhoff (Matt Damon) y su hijo Clark, de cinco años, Beth presenta ciertos síntomas que parecen una gripe común, contagiando a su hijo; horas después de los primeros síntomas, una convulsión hace que Mitch la lleve al hospital donde muere sin tener una causa médica.

De regreso a casa y consternado por lo acontecido con su esposa, Mitch se percata de que su hijastro Clark ha fallecido de la misma causa que su madre. Desorientado por la muerte de su familia en un solo día y sin saber qué lo originó, los doctores deciden tenerlo en observación para descartar el contagio, descubriendo que es inmune al virus.

Así como el caso de Beth y su hijo de cinco años, otros fallecimientos a lo largo del país y en China hacen que el Departamento de Seguridad Nacional y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades se reúnan para alertar a la población sobre el virus, sus síntomas y las consecuencias, decretando toque de queda a nivel mundial, porque las cifras de contagio son 1 de 12.

El desglose narrativo nos va mostrando cómo es la evolución del virus a nivel mundial, cómo se contagia y cómo es el proceso de búsqueda de la vacuna que podría salvar millones de vidas, sin dejar de lado las historias personales de nuestros protagonistas, sus pérdidas y conflictos que enfrentan a lo largo de la trama; sin embargo, hay un tema que resalta de toda esta construcción, la forma en que la comunicación y el miedo, combinadas, pueden convertirse en armas mortales y de manipulación.

Sobra decir que en la vida real con la pandemia por la Covid-19, hemos enfrentado nuevas formas de comunicarnos, desde adentrarnos en el manejo de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), hasta convertirnos en grandes eruditos del funcionamiento de estas tecnologías y herramientas, pero no podemos dejar de lado que, con el devenir de información y la creación de contenido indiscriminadamente, nos volvemos susceptibles y nos exponemos a caer en información falsa o tendenciosa, porque no hay filtros para discernir entre lo que es real y ficción. Regresando a Contagion, Alan Krumwiede (Jade Law), un periodista independiente con una plataforma digital con más de 10,000 usuarios, utiliza esta herramienta para “informar” a sus seguidores sobre lo que acontece ante este nuevo virus denominado MEV-1, convirtiéndose en una fuente de información inmediata.

Jugando con el poder que le confiere ser la voz de miles de personas, Krumwiede comienza a esparcir la noticia de haber encontrado el antídoto para el virus MEV-1, una terapia natural llamada Forsithya que aplicó en sí mismo cuando estuvo contagiado del virus, con esa premisa deja saber que el virus es una manipulación del gobierno y de las farmacéuticas para hacerse de millones de dólares con la venta de la cura. 

Esta nueva revelación genera caos en la sociedad, ya que los ciudadanos comienzan el desabasto de ese antídoto de las farmacias y centros comerciales, además de crear desconfianza sobre el verdadero antídoto que se ha descubierto desde el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. Poco después, Krumwiede es arrestado por conspiración y fraude, porque en realidad nunca se contagió del MEV-1. Aunque queda en libertad por pagar su fianza, su reputación y credibilidad se pierden completamente; sin embargo, el daño que generó en la sociedad fue irreparable. 

A la par de esto, después de 26 millones de personas muertas por contagio a nivel mundial, la vacuna es aprobada para aplicarse en la población, siendo el personal médico y algunos funcionarios los primeros en ser inmunizados, al resto de la población se le aplicará con base en su fecha de nacimiento. Sólo hasta la escena final de Contagion se nos revela el origen del virus: en una zona rural de China, donde se dedican a la crianza de cerdos para consumo humano, uno de esos lechones come un fruto roído por un murciélago. Este lechón es trasladado a un restaurante de un casino en Hong Kong, donde el chef lo prepara para ser deleitado por sus comensales. Después de manipular la carne del cerdo y sin limpiarse las manos, es llamado por una turista que pide una fotografía del chef del lugar. Ahí es donde Beth Emhoff toma la mano de este personaje y se convierte en la portadora cero del MEV-1. 

No cabe duda que a veces la ficción puede superar a la realidad en muchos sentidos y es impresionante el parecido que notamos en esta película con lo que estamos viviendo desde hace más de un año; pero Contagion no es más que una película en la que nos muestran una pequeña posibilidad de lo que una pandemia podría ocasionar. 

La comunicación siempre tomará un papel preponderante en todos nuestros contextos históricos y sociales, así que el deber de cada uno de nosotros es saber diferenciar y discernir toda información que llega a nuestras manos, también depende de nosotros el cómo aprovechar todas las herramientas de comunicación a las que tenemos acceso, porque pueden convertirse en nuestras mejores aliadas o nuestros peores enemigos.

Como dato curioso, y que dejo para la reflexión, el director Steven Soderbergh se asesoró del epidemiólogo estadounidense Ian Lipkin, en 2008, para la realización de Contagion.

Ficha técnica de la película

Título: Contagion

Dirección: Steven Soderbergh

Guion: Scott Z. Burns

Duración: 1:46:00 

País: Estados Unidos

Año: 2011

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Hater, de Jan Komasa, y las fake news. ¿Cada cuándo vemos una noticia real en las redes sociales? https://mediacionescch.com/2021/10/hater-de-jan-komasa-y-las-fake-news-cada-cuando-vemos-una-noticia-real-en-las-redes-sociales/ Wed, 06 Oct 2021 17:53:56 +0000 http://rwj.pgm.mybluehost.me/mediacionescch.com/?p=4439 Este número de Mediaciones se dedica a las fake news, y qué mejor que adentrarnos al cine para hablar de ellas y hacerlo a través de la película Hater, estrenada en marzo de 2020 y dirigida por Jan Komasa, director polaco con una carrera cinematográfica que suma 7 largometrajes y 2 cortometrajes, además de haber sido seleccionado en el Festival Internacional de Cine de Berlín con su película La habitación del suicidio, del 2011, y en el Festival de Cine de Venecia y el Festival de Cine de Toronto con la exhibición de su película Corpus Christi, del 2019.
En Hater, Komasa nos muestra las consecuencias que...

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Hater, de Jan Komasa, y las fake news. ¿Cada cuándo vemos una noticia real en las redes sociales?

Alan M. Montalvo Pantoja

Este número de Mediaciones se dedica a las fake news, y qué mejor que adentrarnos al cine para hablar de ellas y hacerlo a través de la película Hater, estrenada en marzo de 2020 y dirigida por Jan Komasa, director polaco con una carrera cinematográfica que suma 7 largometrajes y 2 cortometrajes, además de haber sido seleccionado en el Festival Internacional de Cine de Berlín con su película La habitación del suicidio, del 2011, y en el Festival de Cine de Venecia y el Festival de Cine de Toronto con la exhibición de su película Corpus Christi, del 2019.

En Hater, Komasa nos muestra las consecuencias que pueden generar las fake news y la manipulación de la información en las redes sociales. También nos lleva de la mano por la evolución psicológica del personaje principal, un joven que está dispuesto a hacer lo que sea, de manera digital, para lograr sus deseos. Situada en Polonia y contada a través de Tomasz Giemza, un joven estudiante expulsado de la Facultad de Derecho, que tiene una gran habilidad para el manejo de las redes sociales, con un trabajo no pagado como moderador de redes (personas que se dedican a seleccionar las imágenes que pueden o no ser vistas en determinadas RRSS), de familia con escasos recursos, obsesionado por Gabi Krasucka, hija de sus padrinos (los Krasucka), mitómano por excelencia y buscando la aprobación de una esfera social que lo ha rechazado varias veces. Esto, en conjunto, crea ambientes intensos, ansiosos y de suspenso, buscando entre estas últimas, una pizca de cordura para lograr los objetivos de un Tomasz que ha sufrido durante toda su vida joven.

Hater es una película bien lograda para hablar de las fake news, la infodemia, la manipulación y sus consecuencias, todas ellas guiadas por la evolución, a nivel de personaje, de Giemza, de perfil solitario, drogadicto (adicción que comparte con Gabi Krasucka), ambicioso y obsesionado, con esa necesidad de encajar y establecer lazos de confianza a su conveniencia para lograr sus objetivos, usando sus habilidades en la tecnología y la comunicación digital para crear estrategias sucias y seguir las pistas de aquellas personas que le son de interés hasta ser desechadas.

Antes de continuar con la recomendación de esta inquietante película, debemos dejar en claro algunos conceptos. Las fake news son, como lo dice su nombre en inglés, noticias falsas, creadas para desprestigiar, mitigar o sencillamente engañar al usuario, y son más recurrentes en la Internet y las redes sociales; siempre han tomado mayor fuerza en cuestiones políticas, sobre todo en tiempos de elecciones y buscan desprestigiar a contrincantes políticos o crear “rumores” sobre tal o cual tema para volcar a positivo sus promesas de campaña.

Por otro lado, la “infodemia”, término utilizado con mayor frecuencia a partir de la pandemia de la Covid 19, es aquella que replica las noticias falsas de forma mayoritaria a las noticias reales; como su nombre lo da a entender, se compone de dos términos: información y pandemia. A sabiendas de esto, hay información no verídica que se replica, reproduce y llega más rápido que la información real, esto por el simple hecho de ser más sensacionalista, con contenido más colorido o simplemente por el título impactante. Regresemos a la cinta Hater, teniendo en cuenta los conceptos, fake news e infodemia, y que era necesario contarles cómo funciona cada uno de ellos, porque esta película trata de noticias falsas y viralización de la información.

El personaje principal, Tomasz, después de ser expulsado de la facultad de derecho, haber engañado a sus padrinos y querer encajar en ciertas esferas sociales, convence a Beata Santorska, directora de la agencia de marketing digital BestBuzz, de poder crear una estrategia para desprestigiar a una influencer del deporte, que ha ganado más autoridad que un cliente de la agencia de Beata. A partir de noticias falsas y su viralización, logra su cometido a tal grado que la influencer decide renunciar a su canal por el daño moral y psicológico que las redes sociales han causado en ella. Al percatarse de las habilidades de Tomasz, Beata le encarga un nuevo trabajo: buscar, plantar o manipular información que desprestigie a un candidato a la Alcaldía de Varsovia (Pawel Rudnicki), quien impide las metas de un cliente de la agencia.

En la búsqueda de información, Giemza se percata que los Krasucka tienen cierta conexión con Rudnicki, lo que le hace obsesionarse aún más con la familia y donde ve la oportunidad, finalmente, de ser parte de un círculo social que ve cada vez más cercano.

En este punto, la obsesión de Tomasz, la presión de Beata, el rechazo de los Krasucka y el talón de Aquiles de Rudnicki, nos llevan a un punto donde la facilidad de engañar, manipular y lastimar está al alcance de un click, ya que para lograr todos los cometidos que hasta el momento se le han hecho imposibles, Giemza comienza a manipular a cada una de las personas que lo rodean, buscando un último peón para terminar el trabajo de desprestigio contra Rudnicki.

Tomasz caza a un joven solitario, fácil de manipular, con problemas sociales y familiares, y creyente de las noticias falsas en contra de Rudnicki. Se acerca a él a través de la red y le trasmite miedo e ideas falsas de lo que podría pasar en Europa si Rudnicki llegara al poder. Lo convence de desprestigiar al político en presentaciones públicas, en apoyar a “la causa real” compartiendo la información con más allegados para generar grupos de choque, lo manipula para hacerle creer que hay un ejército de personas como él que lucha por la causa y, por último, lo convence de dar el golpe final: presentarse armado al cierre de campaña de Rudnicki, donde estarán cientos de personas afiliadas a su partido y entre ellas, los Krasucka.

Hater tiene un final desolador, donde todo lo planeado por nuestro personaje principal toma forma, ya que Tomasz Giemza logra todos sus objetivos por el simple hecho de manipular mediante las redes sociales, a través de conocer el poder de las noticias falsas y su viralización, y sin dejar de lado que todo fue manchado con sangre.

Este largometraje de Komasa nos invita a informarnos antes de dar like o compartir cierta noticia, a hacer uso de la capacidad de buscar información en fuentes más confiables y de conocer nuestro entorno para volvernos más críticos de todo lo que vemos en nuestros dispositivos. Hater está disponible en la plataforma de Netflix y podrán disfrutar de dos horas con dieciséis minutos de este interesante e inquietante thriller.

Ficha Técnica

Título: Hater

Dirección: Jan Komasa

Guion: Mateusz Pacewicz

Duración: 2 h 16 min

País: Polonia

Año: 2020

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Encanto, rebeldía, sumisión y sociopatía. La representación de los adolescentes en el cine norteamericano https://mediacionescch.com/2020/08/encanto-rebeldia-sumision-y-sociopatia-la-representacion-de-los-adolescentes-en-el-cine-norteamericano/ Wed, 05 Aug 2020 05:33:53 +0000 http://rwj.pgm.mybluehost.me/mediacionescch.com/?p=293 Existe una doble relación entre el mundo cinematográfico y el mundo social a través del cual el cine se inspira y propone modelos de interpretación o acción. En el séptimo arte la mirada y sus procesos interpretativos son fundamentales para comprender lo que se quiere representar ante nuestros ojos. Con toda la intención, la cámara en ocasiones enfoca su objetivo sobre los jóvenes...

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Encanto, rebeldía, sumisión y sociopatía. La representación de los adolescentes en el cine norteamericano

Por: Guillermo Solís Mendoza

No tienes que sufrir para ser un poeta. La adolescencia es suficiente sufrimiento para todos.
—John Anthony Ciardi

Existe una doble relación entre el mundo cinematográfico y el mundo social a través del cual el cine se inspira y propone modelos de interpretación o acción. En el séptimo arte la mirada y sus procesos interpretativos son fundamentales para comprender lo que se quiere representar ante nuestros ojos. Con toda la intención, la cámara en ocasiones enfoca su objetivo sobre los jóvenes. En sus gestos y movimientos, su quietud y dinamismo. Sobre la ingenuidad, sumisión e indisciplina que los puede caracterizar. Sobre sus palabras y silencios. En su búsqueda de libertad y sus momentos de abandono. En su fragilidad y fortaleza. Sobre su inocencia y perversión. Sus luchas, triunfos y derrotas. Así, la cinematografía retrata a la juventud en todas sus formas expresivas, y nos invita a comprenderla y a mirarla.

Desde Rebelde sin causa (1955) hasta American honey (2016), las películas sobre adolescentes han inquietado al público, ya sea porque atormentan a los padres de familia o seducen a los púberes, ansiosos de encontrar arquetipos que le pongan razón a su complicada existencia. El cine, principalmente el estadounidense, que además ha marcado la pauta en la representación del mundo joven, recorre un camino, que su humilde servidor divide en 5 periodos: en el primero, durante los años cincuenta, se refiere a los jóvenes de clase media dentro de su contexto familiar; en el segundo, en los años sesenta, aborda el fenómeno de la rebelión de los jóvenes burgueses y su alianza con jóvenes desclasados y críticos; en el tercero, ya entrados en los setenta, se dirige a todos los jóvenes como una forma de socializarlos en la violencia y el consumismo, tan caros al funcionamiento del sistema; en el cuarto, durante la década de los años ochenta y como respuesta a la década pasada, el cine trata de encaminarlos al american way of life o al establishment colocándolos en mundos frívolos, cursis y sobreprotectores; y finalmente el quinto, ya en los años noventa y con el tiempo transcurrido del nuevo milenio se nos presenta frente a la pantalla un panorama de los jóvenes y de las circunstancias del momento contemporáneo, con la crisis globalizante como trasfondo y la decadencia de valores positivos, subrayando, ante todo, los nuevos modos de interactuar a través de las nuevas tecnologías digitales. Veamos con mayor detenimiento el proceso.

La década de 1950 se caracterizan por la consolidación y el auge de la economía estadounidense sobre la mundial, una vez que se la reparten con los rusos y se inicia la Guerra Fría entre ambas potencias. Han entrado prácticamente a la dinámica del neocapitalismo. En las clases medias se rompe el padrón conductual orientado hacia el ahorro y la frugalidad, para sustituirse por el gasto, el consumo y la extroversión. La necesidad que tiene el sistema de estimular el consumo va a causar fracturas en la familia, a través de utilizar a los jóvenes como punta de lanza para promover los cambios requeridos; esto es, arrinconar los viejos hábitos. Dentro de este contexto, los primeros filmes de jóvenes giran alrededor de la clase media. Unos, como Rebelde sin causa (1955), de Nicholson Ray, o Al este del paraíso (1955) de Elia Kazan, intentan explicar la crisis a partir de la incomprensión de los padres a sus hijos, culpabilizando a la familia de los conflictos generados. Otras, como Los salvajes (1954), de Lazlo Benedek, o Crimen en las calles (1956) de Don Siegel, muestran a los adolescentes desplazados por los viejos como verdaderos integrantes de la estructura social y, por ende, de cualquier toma de decisión y del poder económico y político. Por lo tanto, los jóvenes son obligados a actuar para exigir espacios nuevos y amplios. En ambos casos, el sistema oculta su manipulación sobre los jóvenes, acusando a la familia o a cualquier figura de autoridad, de los conflictos que él mismo genera y, de paso, deslegitimizar los valores tradicionales de la época. 

El siguiente periodo se caracteriza por una década de abundancia económica, pero también de un momento de miseria cultural y valorativa de la sociedad norteamericana. La guerra de Vietnam o la generalización comercial de los refrigeradores, televisores, automóviles, casas propias, viajes al extranjero, no logran ocultar el cementerio de jóvenes producto de la guerra de los militares y las corporaciones, o la unidimensionalidad del hombre moderno, bajo la tercera revolución tecnológica –igual que lo narra José Emilio Pacheco en Las Batallas en el desierto. Un vasto movimiento juvenil rechaza el mito del progreso, la industrialización como desarrollo, la defensa de la patria o la racionalidad burguesa; los exhiben como simples formas de opresión. Conforman el movimiento hipi y la contracultura como prácticas y teorías críticas y alternativas. La doble respuesta cinematográfica apunta a reabsorber consumistamente la subcultura hipie, mediante la comercialización de su emblema, su simbología y sus prácticas, o a enfrentarse críticamente a los jóvenes

Tres películas serán el estandarte que tomarán los adolescentes de la época, porque en ellas se representan sus ideales y se ven claramente encarnados en figuras juveniles: Bonnie y Clyde (1967), de Arthur Penn, se casa con sus ideales de libertad y pensamiento contestatario; El graduado (1967), de Mike Nichols, simboliza su despertar sexual; y Perdidos en la noche (1969), de John Schlesinger, recrea el entorno social hostil en el que ya no confían; esta cinematografía empezó a mostrar una sensibilidad más cercana, no sólo a sus tiempos, sino también a su vida. Con Easy Rider, buscando mi destino (1969), de Denis Hooper, se presentará el balance del hipismo, como drogadicción, despolitización, desvalorización sexual, en fin, el caos para lo políticamente correcto. Por ello, Easy Ryder se convirtió en la película de los adolescentes, cuya historia, personajes y banda sonora le hablaron por primera vez a la nueva generación.

Pero, quizá, la imagen más icónica de las adolescentes en esta década será plasmada por Stanley Kubrick y su mítica Lolita (1962), estelarizada por Sue Lyon y basada en la famosa novela de Vladimir Nabokov de 1958. El argumento que filmó Kubrick cuenta la relación del cuarentón Humbert Humbert con una casi niña (en la novela Lolita tiene 12 años, la censura cinematográfica hizo aumentarle la edad e, incluso, la actriz se ve mayor de sus supuestos catorce años). La incomodidad del tema tiene más aristas: Dolores Haze de ninguna manera es una joven inocente, va planeando el enamoramiento y la manipulación del profesor para escapar de la opresión familiar, muy bien representada a través de la gloriosa actuación de Shelley Winters como la madre castrante. La imagen de la adolescente dotada de malicia y de una voluntad de la búsqueda erótica se replicará en cada década subsiguiente en rostros tan famosos como: Brooke Shields en Niña bonita (1978), de Louis Malle; Barbara Hershey en Boxcar Bertha (1972) y Jodie Foster en Taxi Driver (1976), ambas de Martin Scorsese; Madonna en Desesperadamente buscando a Susana (1985), de Susan Seidelman; Jane March en El amante (1992), de Jean-Jacques Annaud; Dominique Swain en Una pasión prohibida (1997), de Adrian Lyne; Eva Green en Los Soñadores (2003), de Bernardo Bertolucci, y Evan Rachel Wood en A los trece (2003), de Catherine Hardwicke, por mencionar algunas.

Ya en los años setenta, Hollywood buscó entonces directores noveles, con ideas revolucionarias y modernas, gente que compartiera intereses similares a las de los adolescentes de ese momento. Figuran Martin Scorsese, Steven Spielberg, George Lucas, Paul Schrader, Brian de Palma, Sidney Lumet, Terrence Malick, Oliver Stone y Robert Altman.   

El cine setentero se vuelve crítico, mordaz de las instituciones norteamericanas, de su política exterior intervencionista, de los medios de comunicación como (mal) formadores de la cultura popular, de la avaricia institucional y el poder de la economía como motor de vida. Y es en los jóvenes donde se depositará todo este malestar para ser representado en la pantalla grande. Se construye la imagen del adolescente inconforme, reaccionario y atrevido. Los guerreros (1979), de Walter Hill, los personificará con gran maestría, un grupo de jóvenes, pertenecientes a una pandilla, que tratan de vencer a sus rivales, a la policía y al sistema mismo, con tal de perseguir su propio destino.

En los años ochenta, la mundialización del capitalismo borra la división entre países capitalistas y países “socialistas” formándose cuatro centros de dominación superintegrados: Estados Unidos, Europa occidental, Japón y la, ya desaparecida, URSS. La competencia y la agresividad alcanza al espacio exterior y la electrónica reduce al hombre a un robot y al planeta a una aldea-cárcel reproducida en cada estructura mental del individuo. El cine exacerba el carácter social necesario para los jóvenes: la vida cotidiana como simple violencia. Rocky III (1982), de John Avildsen, y Rambo (1982), de Ted Kotcheff, multiplicadas varias veces; Cobra (1985), de Sylvester Stallone; Clase 84 (1981), de Mark Lester, apenas son un ejemplo ilustrativo. En esa ruta, pero en sentido contrario, Francis Ford Coppola filma La ley de la calle (1983), en busca de una explicación más que una imposición de la violencia.

Sin embargo, la representación del adolescente ochentero por excelencia recaerá en el término Brat Pack, que aparece por primera vez en la historia en junio de 1985, en un artículo de la revista New York escrito por David Blum. En él se habla sobre este nuevo grupo de superestrellas de Hollywood que dominan las pantallas y las mentes de los jóvenes. Ellos son: Rob Lowe, Molly Ringwald, Emilio Estevez, Demi Moore, Anthony Michael Hall, Andrew McCarthy, Judd Nelson y Ally Sheedy: su común denominador era aparecer en cintas como: Se busca novio (1984), El primer año del resto de nuestras vidas (1985), y El club de los cinco (1985), las tres de John Hughes. El nombre, obviamente, hace alusión al Rat Pack, la pandilla que reinaba Las Vegas en los años cincuenta y sesenta comandada por Frank Sinatra, pero con una “B” al principio para formar la palabra Brat (que significa, de forma muy atinada, niño malcriado).

John Hughes supo representar al adolescente de la época, aquel que buscaba las satisfacciones personales, y el éxito profesional y sexual. En contraste con los estudiantes calenturientos de las comedias colegiales como Porky’s (1982), de Bob Clark, los personajes de Hughes parecen atrapados en sus inseguridades e indefiniciones (la raíz de la llamada Generación X). En sus mejores películas, Hughes nos muestra a estos simples adolescentes que arden en sus hogueras cotidianas, que se enfrentan a dilemas domésticos en busca de su identidad y a un futuro lleno de claroscuros. En las menores, mantiene el idealismo y la expectativa de lo que se puede ser en el futuro, todavía sin el abrumo de la cotidianidad adulta, pero respetando el american way of life de Ronald y Nancy Reagan.

En el siguiente periodo, que abarca la década de 1990 y lo que va del nuevo milenio, La dura realidad (1994), de Ben Stiller, inaugurará la visión más degradante de los adolescentes y jóvenes, todavía en un tono más ligero. Para el joven cineasta resulta fundamental preguntarse si hay vida después del arduo camino de los estudios. Stiller desarrolló una propuesta fresca y ligera, pero sin dejar de mostrar el desencanto, el nihilismo y la falta de esperanza de los jóvenes de los años noventa. La carencia de oportunidades, los talentos desperdiciados, las relaciones afectivas que se complican demasiado a partir de la existencia del sida; un romanticismo plástico o relaciones amorosas nada tradicionales. Todo tiene cabida en la cinta de Stiller, quien además consigue transmitir el espíritu ecléctico (propio de una generación sin modelos ni guías) del mundo adolescente y juvenil, reflejado en primer lugar en sus ropas, pero también en saltos emocionales que, a simple vista, parecerían volubles cambios de estado de ánimo.

Así, sin profundizar mucho, pero también sin quedarse en la superficie, Stiller narra la confusión de una generación que, prácticamente, tuvo que educarse a sí misma, carente de afecto y simpatías, y que sólo permanece junta porque necesita sobrevivir y ha sustituido los medios de expresión tradicionales por la fría y distante comunicación inalámbrica.  

En esta misma etapa, otra ópera prima, ahora del emblemático director Larry Clark, nos envía a un apasionante y crudo viaje por el mundo adolescente de los años noventa a través de lo que, en su momento, unos llamaban fábula y otros una apología nihilista. Kids, vidas pérdidas (1995), no es ni lo uno ni lo otro. No es una fábula, porque afortunadamente carece de moraleja. Tampoco es una apología de la desenfrenada vida adolescente de finales de siglo xx, porque no acusó ni alabó ese “libre desenfreno”. Después de la primera secuencia, Clark sumerge a sus dos antiprotagonistas, Telly (Leo Fitzpatrick) y Casper (Justin Pierce), en un Manhattan enorme que nunca deja tranquilos a sus habitantes. Calles que se magnifican y edificios que crecen exageradamente cuando los comparamos con el tamaño de los seres humanos.

Clark convirtió 24 horas de la vida de estos chicos en una película en la que se retrata estupendamente una desesperanza que se refleja en el culto al instante; la velocidad con que se puede conseguir diversión; el sin sentido de un mundo al que no fuimos invitados; la falta de protección en las hambrientas calles de las grandes ciudades. Esto gracias a que el director convivió cerca de un año con chicos típicos neoyorquinos que pasean en patineta por los jardines de Manhattan, se divierten en clubs de moda y pueden conseguir cualquier tipo de droga en cuanto lo deseen. El lenguaje que unifica a los muchachos, la aparente falta de rumbo de las vidas de los jóvenes; el desenfreno que escandaliza a los adultos; el ritmo completamente natural de los hechos y la naturalidad en las actuaciones, quizá se vieron influidas por el efecto documental de la cinta. La cámara parece flotar entre los personajes sin afectar ninguno de sus actos ni de sus reacciones. La colorida sordidez de estas vidas recuerda en ocasiones a Idaho: el camino de mis sueños (1991), de Gus Van Sant, que aquí fungió como productor ejecutivo, y a la gran obra maestra de Oliver Stone, Asesinos por naturaleza (1994), en la que dos jóvenes atacan con la misma impiedad a la prensa amarillista, la violencia cotidiana, los medios masivos de comunicación, y al propio sueño americano; una visión similar la realizaría, en Inglaterra, Danny Boyle con su famosa Trainspotting (1996).

En las postrimerías del siglo xxi, la imagen adolescente se verá vigorizada por cintas como American Pie (1999), de Paul Weltz, en que la pérdida de la virginidad es el tópico por excelencia; Election (1999), de Alexander Payne, que pondera la incursión política de los adolescentes desatando una guerra electoral que no le pide nada a las que se suscitan en el mundo de los adultos; Go (1999), comedia negra de Doug Liman, que incluye sexo, drogas y violencia al por mayor, quien la define antes de los créditos como “la celebración de ser adolescente y de la libertad que te da serlo sin mayores consecuencias”; El Diablo metió la mano (1999), de Rodman Flender, la satanización de los adolescentes alcanza su burdo clímax en esta cinta, donde el señor de las tinieblas se apodera de una de las manos de Anton Tobias, un joven de 16 años que, entre otras cosas, es obligado a decapitar a sus padres; La Facultad (1998), de Robert Rodríguez, película de ciencia ficción en la que un extraterrestre asola a una preparatoria de Ohio, y en el inter vemos todos los desfiguros típicos del adolescente posmoderno.

En el nuevo milenio llega, con Jackass (2002), de Jeff Tremaine, la representación del adolescente desobligado, vacío, carente de toda lógica e inteligencia; una raza de ineptos que no pueden construir frases sin maldiciones y que se dedican a lo que mejor saben hacer: golpearse, humillarse, lastimarse y arriesgar sus vidas para –según ellos– entretenernos y probablemente hacerse famosos y adinerados. Y con esta misma visión se recrean, a modo de farsa, los estereotipos adolescentes representativos en el cine con No es otra tonta película americana (2002), de Joel Gallen, y todas sus secuelas. 

2003 será un año de mucha reflexión con el estreno de Elefante, dirigida magistralmente por Gus Van Sant, película que describe la matanza de Columbine, a la que Michael Moore también se refiere en su documental Masacre en Columbine (2002). La historia narra las actividades rutinarias de una escuela secundaria en una ciudad indeterminada de Estados Unidos, hasta que inexplicablemente, dos jóvenes se arman hasta los dientes y desatan una mortandad escalofriante. Una representación con un discurso político en contra de la administración Bush, sobre la vida adolescente, y de cómo el ocio y la vacuidad trabajan en un entorno donde la violencia, el crimen y el terrorismo puro germinan en secreto. 

Sin embargo, en un cine con otros objetivos discursivos en el nuevo milenio continuará la línea que busca: exaltar la violencia en todo tipo de entornos donde se mueve la cultura adolescente (Hooligans [2005], de Lexi Alexander); el hambre de sexo en una época en la que puede encontrarse la muerte gracias al sida (Proyecto X [2012], de Nima Nourizadeh); la visión machista de los jóvenes que más que satisfacción quieren alimentar su ego (Goat [2016], de Andrew Neel); el punto de vista antimasculino de las chicas que no encuentran acomodo en un mundo diseñado para hombres (Black Christmas [2019], de Sophia Takal); la pérdida de toda estética en favor de la comodidad (Dulzura americana [2016], de Andrea Arnold); la abundancia de todo tipo de drogas en sustitución de las típicas cervezas de las reuniones juveniles (Spring breakers: viviendo al límite [2012], de Harmony Korine); la búsqueda de encontrarse consigo mismo (Hombres, mujeres y niños [2014], de Jason Reitman); la experimentación en carne propia de la inexistencia de un Dios que no venga de la televisión o de las redes sociales (Ladrones de la fama [2013]. de Sofía Coppola) y, finalmente en el cine de ciencia ficción, la existencia de un mundo distópico donde los héroes y las heroínas son los adolescentes de la familia, destacando en este último la triada de: Los juegos del hambre (2012), de Gary Ross; Divergente (2014), de Neil Burger, y Maze Runner: correr o morir (2014), de Wes Bail.

De esta manera, es como las representaciones adolescentes en la gran pantalla nos han mostrado las historias de la gente del mundo futuro, pero viviendo su presente. Cada época ha registrado el contexto de los jóvenes, a veces en tono romántico y divertido, otras, las más, en un mundo caótico lleno de excesos e incertidumbre. Toca a nosotros como espectadores apreciarla, valorarla y reflexionarla ahora con las nuevas generaciones. 

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HER. La realidad virtual, realidad de la sociedad. https://mediacionescch.com/2020/08/her-la-realidad-virtual-realidad-de-la-sociedad/ Mon, 03 Aug 2020 03:17:48 +0000 http://rwj.pgm.mybluehost.me/mediacionescch.com/?p=227 Her (2013) es una película del director y guionista Spike Jonze; la historia se sitúa en la ciudad de Los Angeles, en un futuro no muy lejano donde vive Theodore Twombly (Joaquin Phoenix), un hombre solitario, dependiente de la tecnología, que trabaja como redactor de cartas personales para otros. Theodore atraviesa por una etapa difícil, su reciente divorcio lo tiene sumido en una profunda tristeza que no le permite vincularse con los demás...

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Her. La realidad virtual, realidad de la sociedad

Por: Cinthia Reyes Jiménez

Her (2013) es una película del director y guionista Spike Jonze; la historia se sitúa en la ciudad de Los Angeles, en un futuro no muy lejano donde vive Theodore Twombly (Joaquin Phoenix), un hombre solitario, dependiente de la tecnología, que trabaja como redactor de cartas personales para otros. Theodore atraviesa por una etapa difícil, su reciente divorcio lo tiene sumido en una profunda tristeza que no le permite vincularse con los demás, sólo ve pasar el tiempo sin poder moverse.

La vida de Theodore no es demasiado emocionante, cuando no trabaja se pasa las horas sentado en la sala de su casa jugando en una plataforma de realidad aumentada que no requiere de monitor ni visor o controles; de vez en cuando sale con otras personas, más por complacer a sus amigos que por querer sentirse acompañado. Ocupa mucho de su tiempo para pensar en los momentos cálidos que vivió con su expareja, repasando una y otra vez el porqué de la separación.

Su mundo rutinario se ve modificado cuando decide adquirir un nuevo sistema operativo para su computadora, y la publicidad de la empresa lo seduce, ya que le ofrece ser entendido por alguien que en verdad lo conoce y quiere escucharlo. El sistema operativo se basa en un modelo de inteligencia artificial que decide autonombrarse Samantha (Scarlett Johansson), y a Theodore lo sorprende la voz sexy y atractiva de Samantha. Así inicia una relación entre la computadora y Theodore basada en toda la información privada que el protagonista tiene en su máquina.

Cada vez pasan más tiempo juntos (conectados), por lo que Theodore considera a Samantha brillante, perspicaz, sensible y sorprendentemente divertida. Lo que él no podía imaginarse es que terminarían enamorándose el uno del otro, pero Samantha es una máquina, lo que convierte a la trama en una peculiar historia de amor que refleja la naturaleza de las relaciones y los riesgos de la intimidad en el mundo moderno.

El director Spike Jonze explora, a través de la película Her, varios temas que invitan a una profunda reflexión: la evolución humana junto a la tecnología, la inteligencia artificial, las dificultades de las relaciones, pero, sobre todo, el amor y la soledad. Es una bella cinta que retrata las emociones y que hoy tomo como pretexto para realizar el siguiente texto.

Her. La realidad virtual, realidad de la sociedad

La película es una estupenda reflexión sobre una sociedad en la que el hombre y sus aparatos más cercanos parecen evolucionar, convirtiendo nuestros modos de percibir la realidad en algo confuso y desconocido. En Her se puede ver, más que nunca, la ejemplificación de la metáfora de la “Caverna de Platón”, que nos narra sobre un grupo de hombres prisioneros desde su nacimiento por cadenas que los sujetan del cuello y de las piernas; en esa posición lo único que pueden hacer es mirar hacia el fondo de la caverna alumbrada gracias a la luz de una hoguera. En la pared de la cueva se ven reflejadas las sombras de los objetos que están en el exterior de la caverna y los prisioneros toman como verdad las sombras de dichos objetos que se proyectan en la pared; ellos están condenados a tomar como ciertas todas y cada una de las sombras, ya que no pueden conocer nada de lo que está fuera; qué tanto lo que produce la tecnología es una ilusión digital que tomamos como verdadera sin la posibilidad de conocer la realidad. 

Theodore es un hombre solitario y melancólico que se dedica a escribir cartas de amor en una empresa de servicios digitales, él vende correspondencia personalizada a los clientes que pagan para que un tercero escriba a sus seres queridos lo que sienten. En su trabajo es considerado un excelente empleado, por su forma de plasmar sentimientos de amor, gratitud y esperanza se ha ganado el respeto de sus colegas. Contrario a lo que escribe en las sensibles cartas que sus clientes envían como propias a sus conocidos, Catherine (Rooney Mara), su expareja, decide abandonarlo porque siente que Theodore ha dejado de expresar sus sentimientos, él es incapaz de aceptar su condición y se niega a firmar el divorcio.

En estas circunstancias es donde Theodore expresa, a través de su computadora y de las cartas que escribe, lo que no puede sentir. La soledad no es cuestión del número de personas que te rodean, dependerá de lo que exista en tu interior. El protagonista de Her encuentra un sistema operativo de inteligencia artificial, que le ofrece iluminar su vida y mostrarle las respuestas a preguntas que lo aquejan. Samantha se convierte en la voz que lo motiva para salir de su soledad, empieza a reír porque se siente escuchado, inicia nuevos proyectos y la percepción de su entorno se transforma.

A diferencia de otros sistemas de inteligencia artificial, éste puede transformar la información en emociones y crear la ilusión de tener sentimientos e imitar toda clase de comportamiento humano, pero sabe que su origen son códigos y no un conjunto de células y neuronas; aun así, Theodore se declara enamorado y se siente correspondido. De quién nos enamoramos cuando nos conectamos con alguien en la red, el amor a través de Internet. La novedosa forma de vincularnos en lo virtual nos permite comunicarnos, asociarnos, enamorarnos, mantener relaciones sexuales asépticas basadas en la fantasía y la imaginación; mediante computadoras o teléfonos móviles también se comparten intereses, sentimientos o deseos personales que entran en conjunción con otros en un espacio virtual compartido.

Asistimos al nacimiento de nuevas formas de comunicación y aunque la relación del hombre con la máquina no es reciente, se complejiza a partir de las inmensas posibilidades que brinda la interactividad en espacios virtuales y nos da la bienvenida a la inmensa fiesta de disfraces. Alimentar la ilusión de que alguien está siempre presente, al alcance de mis necesidades y poder desconectarse con el simple hecho de apretar el interruptor que apaga la computadora.  

En Her se plantea la posibilidad de que una tecnología de consumo comercial tome una identidad y pueda desarrollar sentimientos semejantes a los nuestros, pero a la vez distintos, caracterizados por la perfección. La cinta no sólo trata las curiosidades tecnológicas sino la posibilidad del amor entre un hombre con cuerpo y una inteligencia artificial que observa el mundo desde la lente de un celular. Un aparato como el teléfono y la relación que se inicia en su entorno, crea sin duda una serie de cuestionamientos respecto a las relaciones que se generan con los objetos, transformando al medio en fin; un medio que aceptamos como eficiente, grato y que, muchas veces, se prefiere a la compañía de otro ser humano.

Existen algunas investigaciones (Sánchez y Oviedo, 2005; Rial, Golpe, Gómez y Barreiro, 2015; Ruíz, Sánchez y Trujillo, 2016) que tratan de determinar si la gente en verdad desarrolla adicción a los teléfonos celulares, demostrando que los sonidos del teléfono activaban asociaciones auditivas que provocaban señales cerebrales con los patrones clásicos de la adicción. Para darnos una idea de la importancia que damos a estos aparatos, basta ver las mesas de casi cualquier restaurante en el mundo y contar las cabezas de quienes miran sus pantallas móviles en lugar de los rostros de quienes les acompañan.

¿Qué pasa cuando la ilusión se apaga? En la trama de Her, cuando Samantha tiene que desaparecer, el mundo de realidad virtual se derrumba, pero él sobrevive y busca a otro ser humano para pedirle que lo acompañe, escribe una carta de despedida para Catherine, su expareja, donde acepta que los seres humanos son tan complejos que pueden o no estar, porque, aunque estén separados ella será siempre parte de su historia. Al final, Theodore es obligado a dejar su caverna para encontrarse con un mundo incierto, lleno de los estruendosos ruidos del silencio en donde tendrá que reaprender a vivir.

Una película con un lenguaje sencillo, sin las tomas espectaculares y llenas de efectos a las que nos tienen acostumbrados las producciones estadounidenses de ciencia ficción; el director Spike Jonze nos muestra, a través del color, la imagen del amor, de la felicidad, de la soledad, el uso de colores cálidos y suaves en armonía con los momentos felices y las sombras para los días oscuros. No es una película que trate de satanizar la tecnología, sólo pretende retratar las dificultades y contradicciones de los seres humanos, del amor que, en cualquier condición, sigue siendo una evidencia de interacción, no hay nada más real que las interacciones humanas por complejas que sean.  

Para concluir, se podrá afirmar que la forma de relacionarnos está cambiando. ¿Cuál es el peso que le estamos dando a la tecnología para vincularnos con los demás? Necesitamos volver a preguntarnos qué nos convierte en humanos y si estas características se están modificando con la inclusión de los actuales aparatos tecnológicos tan cerca de nuestras vidas.

REFERENCIAS

  • Rial, A., S. Golpe y P. Gómez. (2015). Variables asociadas al uso problemático de internet entre adolescentes. En: https://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=83938758003 (consultado el 17 de enero de 2020).
  • Ruíz, J., J. Sánchez y J. Trujillo. (2016). Utilización de Internet y dependencia a teléfonos móviles en adolescentes. En Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales. Niñez y Juventud. 14(2). Pp. 1357-1369.
  • Sánchez, J. y L. Oviedo. (2005). Amor.com: vínculos de pareja por internet. En: https://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=80270204 (consultado el 17 de enero de 2020).
  • Vilá, R. (2008). Platón en la caverna: una lectura peirceana del mito. En Revista internacional de filosofía. Vol. XIV. España.

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