Alice Guy, el nombre casi borrado de la historia cinematográfica

Alan Montalvo Pantoja

Hoy, más que presentarles alguna reseña de película, quiero compartirles un poco sobre la biografía de una de las mujeres pioneras de la industria cinematográfica y cómo fue casi olvidada por toda una industria internacional, sólo por el hecho de ser mujer; sin embargo, si no fuera por ella, el séptimo arte no se conocería como lo es hoy en día.

Alice Ida Antoinette Guy, francesa nacida el 1 de julio de 1873 en Saint-Mandé, región de la Isla de Francia, mejor conocida como la Región Parisina, fue la primera mujer en crear una película de ficción, visionando al cinematógrafo como una herramienta para plasmar y contar historias a través de la lente, siendo la primera persona en implementar el montaje dentro de las películas, y un poco antes que Georges Méliès.

A lo largo de su vida, Alice Guy creó más de mil películas, comenzando en 1896 con su primera ficción La Fée aux Choux (El hada de los repollos), que era una adaptación de un cuento francés infantil, en que se narra que las niñas nacen de rosas y los niños de repollos, estrenada “unas semanas antes de que Georges Méliès entrara de lleno en el negocio cinematográfico” (Sadurni, 2021), de ahí hasta su última producción de 1918, año también en que la Metro Goldwyn Mayer distribuyó todas sus realizaciones.

En todo ese tiempo, Alice Guy no sólo se dio a la tarea de sentar las bases para lo que hoy se conoce como industria cinematográfica, sino que fue pionera en muchas fases de la producción, desde la adaptación, el guion, la dirección, la edición, la distribución y el casting, entre otras, porque desde el instante en que ella conoció el cinematógrafo, por 1885, en una de las presentaciones de los hermanos Lumière, se dio cuenta de las infinitas posibilidades de contar historias, “pero los Lumière tenían una visión científica, no artística ni comercial de su invento, y en un año otros creadores les adelantaron, empezando a explorar la capacidad del cine de contar historias” (Belinchón, 2017).

En 1906 realizó una de sus películas más ambiciosas, La naissance, la vie et la mort du Christ (El nacimiento, la vida y la muerte de Cristo), producto audiovisual de 33 minutos y 16 segundos, donde Alice Guy refleja la vida de Cristo en capítulos, llevándonos desde su nacimiento hasta la resurrección del personaje principal, contando con la participación de 300 extras, sets preparados para la ambientación de la época y un vestuario pensado para personificar esos momentos.

Un hechizo egipcio

Creadora de su propia casa productora de películas en Estados Unidos, pionera de los procesos de la producción cinematográfica e inventora del montaje –lo que hoy podemos llamar edición–, todo fue insuficiente para Alice Guy, porque el divorcio con su esposo y productor de cine, Herbert Blaché, le costó su reputación, fortuna y el olvido de sus avances para la industria, uno de los Damnatio Memoriae más cercanos a nuestra época.

El Damnatio Memoriae es una expresión que en latín significa “condena de la memoria”, se utilizaba en el imperio Romano, pero también en el Antiguo Egipto, y se trataba de “la destrucción de la imagen de una persona con el objetivo de anular su existencia. Pero no sólo era preciso destruir la imagen, sino también borrar el nombre de la persona, […] pues el nombre era considerado un componente del hombre” (De la Fuente, 2009).

En pocas palabras, el Damnatio Memoriae consistía en borrar de la historia todo registro de la persona, pero en la era de los faraones; esta práctica no sólo se basaba en la eliminación física de los monumentos, los jeroglíficos, las estatuas o la historia narrada, sino que era una magia tan poderosa que buscaba eliminar todo recuerdo de la persona, y algunos faraones que fueron maldecidos con esta magia, son Akhenatón, por haber cambiado el sistema de creencia politeísta a la adoración monoteísta; además de Hatshepsut, la primera faraón, por el hecho de ser mujer y haber quebrantado todas las reglas de su época.

Aunque se han sumado años de olvido, hoy en día se han realizado esfuerzos para otorgar el reconocimiento a todas aquellas mujeres de la historia, que han formado parte importante de lo que somos ahora, muchas de ellas ocultas tras el nombre de una figura paterna, otras tantas arrebatadas de sus logros y reconocimientos, y muchas más obligadas a ceder sus descubrimientos a hombres; sin embargo, el poder de la comunicación nos permite buscar y dar voz a todas aquellas personas que han tratado de ser borradas, y qué mejor que este número de Mediaciones para hacer un recordatorio sobre la importancia de la perspectiva de género en nuestros canales, medios y formatos de comunicación.

REFERENCIAS

Belinchón, G. (2017). Alice Guy Blaché, la pionera del cine sale del olvido. El País. En: https://elpais.com/cultura/2017/03/26/actualidad/1490534401_520954.html (consultado el 28 de junio de 2022).

De la Fuente, A. (2009). Aspectos iconográficos de la magia en el antiguo Egipto: Imagen y Palabra. Revista Akros, 8, 63.

Sadurni, J. M. (2021). Alice Guy Blaché, la pionera olvidada del cine. Historia. National Geographic. En: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/alice-guy-blache-pionera-olvidada-cine_17230 (consultado el 28 de junio de 2022).

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