Fernanda Jáuregui, fotografía y conocimiento

Leonardo Eguiluz 

  • ¿La fotografía llegó a tu vida o tú llegaste a ella? ¿Cómo fue tu primer encuentro con la cámara?

Nos encontramos. Tenía 12 años y un día hallé una Nikon EM en un cajón de un mueble de mi casa, que empecé a llevar conmigo cuando salía con mi familia. A los 14 me metí a un curso de revelado en blanco y negro en la FES Acatlán, y me enamoré del proceso de revelar imágenes y de pasar tiempo en el cuarto oscuro. A partir de ese momento empecé a tomar fotos con más frecuencia. No salía mucho entonces, pero me gustaba armar pequeños escenarios en mi casa y tomarles fotos a mis hermanos.

SEMBLANZA

 

A los 13 años inicia su interés por la fotografía, a partir de entonces comienza su exploración en este ámbito. Comienza sus estudios con un curso de revelado en la FES Acatlán y posteriormente se matricula en diversos talleres; realización cinematográfica (cinespacio24), La mirada en la imagen(CCC), Seminario de apreciación cinematográfica (CCC), Cine y filosofía (CCC) fotografía en la escuela Activa. Actualmente estudia la carrera en cinematografía en el Centro de Capacitación Cinematográfica Su trabajo se centra en el retrato como espejo de las emociones humanas y explora las nociones del amor, la soledad, la nostalgia y el misticismo de estados oníricos del ser. Sus referentes principales se encuentran en el cine, influenciando su que hacer plástico en conceptos de color, composición y atmósfera. La cámara es su principal herramienta de observación y a través del lente busca mostrarnos aspectos de la realidad que a simple vista aparecen velados.

  • Platícanos sobre tu trayectoria profesional.

He participado en diversas exposiciones de festivales autogestivos. Entre 2017 y 2019 gestioné y llevé a cabo un cineclub dominical en Terraza 451, ubicado en la colonia Azcapotzalco, donde se proyectaron ciclos de cine con diferentes temas; fueron ciclos completos dedicados a revisar la filmografía de cineastas como Wong Kar-wai, Kieslowski, Kim Ki-duk y Bergman, entre otros.

En 2018 publicaron algunas de mis fotografías en la revista online humanwondermag.com, en ese año también realicé un cortometraje, El susurro del viento, donde hice la dirección y cinematografía. También he participado como asistente de fotografía y de arte en algunos cortometrajes. Mi trabajo más reciente fue un videoclip para la canción “Espejo”, de Beztia, la banda de mi hermano.

  • ¿Para ti qué es la fotografía?

Una forma de hacer magia. La fotografía análoga y los procesos de revelado me han interesado desde que empecé a hacer foto fija, por la exigencia y disciplina que éstos representan, así como el nivel de atención y observación que se requieren. Cuando estoy con una cámara, es el momento de mayor presencia y honestidad conmigo, es cuando siento mayor seguridad, porque todo lo que existe en ese momento es lo que veo a través del cristal.

  • Tus imágenes contienen una gran narrativa, es como si fuesen películas diminutas. ¿Por qué narrar con imágenes fijas?

Me gusta crear atmósferas y recrear sentimientos. Observo con atención a las personas y los lugares que me gustan y me hacen sentir mucho. Siempre hay una imagen general de la persona habitando ese momento y ese espacio, luego todo se va cerrando, ahí están los detalles: las manos, una mirada espontáneamente triste que recuerda, un gesto, una emoción. 

  • ¿Cuáles son tus mayores influencias a la hora de crear? 

La poesía y la ciencia ficción. 

  • ¿De dónde te viene tal inspiración?

Sueños, recuerdos, el amor que siento hacia mis amigos, estar enamorada, la naturaleza.

  • Platícanos sobre tu proceso creativo. ¿Cómo es tu vínculo con los modelos? ¿Creas primero la historia y luego la realizas, o en la locación decides lo que harás? ¿Cómo eliges los colores para tus escenas?

Hay una estrecha relación entre el lugar, la persona y la emoción. De ahí parto para elegir la ropa, los colores, el lenguaje corporal y la atmósfera que quiera crear. Los personajes que aparecen en mis fotos son, en su mayoría, amigos cercanos, lo que vuelve más sencillo hacer un retrato honesto. 

  • Al ver tus imágenes, noto la presencia de las personas inmersas en estados anímicos profundos; ensimismados, padeciendo o disfrutando, ¡incluso olvidando! Todo ello en espacios que provocan atmósferas emotivas. A pesar de ser una puesta en escena, logras que se sienta la intimidad, ¿cómo lo logras? ¿Qué buscas en todo ello?

Me gusta rescatar los momentos de introspección, tristeza y vulnerabilidad que todos hemos experimentado. Cuando estamos en esos estados, el espacio que ocupamos nos abraza y se crea una atmósfera. Creo que muchas de mis fotos tienen ese efecto gracias a que las personas a quienes retrato, realmente se abren y me dejan verlos sin ningún disfraz. Hacer retratos me ha permitido conocer a mis amigos de una forma más íntima y profunda.

  • ¿Cuál es la fotografía o serie fotográfica que más satisfacción te ha dado? Cuéntanos por qué. 

El sueño de Cecilia, que es una serie acerca del desapego y de las señales que recibimos a través de los sueños. Le tengo mucho cariño a esta serie, porque fue muy espontánea. Sólo tenía la idea y el vestuario, un día fui a casa de mi amiga con la ropa, le conté mi idea y ella me llevó a un terreno abandonado cerca de su casa que resultó tener todo lo que yo necesitaba para que se completara mi idea.

  • ¿Cuál es tu sueño más grande dentro del mundo de la fotografía?

Que la fotografía me lleve a conocer nuevos lugares y personas, que cada vez pueda conocerme mejor a través de las imágenes que haga y que mis fotografías logren conectar con quien las vea, hacerlos sentir.

  • Recomiéndanos las películas que más te fascinen.
    • La Jetée, de Chris Marker, que hace un par de semanas la volví a ver y me sorprendió gratamente darme cuenta de que es una de las películas que más ha influido mi forma de mirar el amor y la vida.
  • Contra la Pared, de Fatih Akin. 
  • Happy together, de Wong Kar-wai. 
  • Las alas del deseo, de Wim Wenders. 
  • La trilogía Azul, Blanco y Rojo, así como El decálogo, de K. Kieslowski. 
  • Mysterious skin, de Gregg Araki.  
  • Las estaciones de la vida, de Kim Ki-duk.
  • María de mi corazón, de Jaime Humberto Hermosillo. 
  • El Viaje de Chihiro, de Hayao Miyazaki.
  • Possession, de A. Zulawski.

 

  • En ocasiones, las obras viven más que los artistas y eso les da algo de perpetuidad, ¿por medio de tu arte buscas ser inmortal?

No me interesa la inmortalidad, creo que lo único que me gustaría sería que mis imágenes puedan ayudar a las personas que las vean, a tener un momento de tranquilidad, alegría, asombro o cualquier sentimiento que los haga detenerse y estar presentes.

  • ¿Qué le puedes decir a las mujeres que empiezan su carrera en la fotografía?

Que siempre confíen en su sensibilidad y en su forma de ver el mundo; que observen y se observen con atención para que puedan plasmar esos sentimientos de la manera más precisa; que tomen muchas fotos de todo lo que las emocione y conmueva, porque sólo practicando y experimentando podemos llegar a encontrar nuestro camino. 

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