Mirian Sánchez Varela. Fotografía, luz, amor y muerte

Leonardo Eguiluz

  1. Nos compartes que el acto mágico de la fotografía te conectó de nuevo con el mundo de los vivos, ¿qué experiencias vivías con el otro mundo y cómo la fotografía te vuelve a poner en contacto con tu prójimo?, ¿qué pasaba por tu vida y cómo la foto te saca de ahí?

Cuando conocí la fotografía tenía 19 años, en ese tiempo estaba tratando de procesar una experiencia relacionada con la muerte de alguien importante en mi vida; en aquel tiempo le pedí a una amiga que estudiaba diseño gráfico que me invitara de oyente a sus clases, porque mi gusto e interés por la imagen comenzó en esos años; un día que fui al taller de fotografía, uno de sus amigos me dijo: ¿oye quieres ver magia? Y le contesté que sí; cuando me acerqué a la charola donde se estaba develando la imagen dentro de los químicos, me atrapó ver cómo se iba dibujando una imagen dentro del agua. Ahora que lo pienso, tal vez es otra de las cosas que me ha llevado a mi fascinación por el tema del agua. La fotografía me sacó del letargo como en una especie de acto mágico.

  1.  En tu obra, el concepto del inicio de la vida es un eje que guía tu mirada. Los nacimientos y las personas invidentes nadando remiten a ese estado marino del cual los seres vivos participamos, ¿cómo llegaste a ese concepto?, ¿qué tanto te fascina del agua?, ¿hay algo en ese elemento que nos hable también de ti? En términos generales, ¿por qué el inicio de la vida y no el fin?

Gran parte de mi proceso de trabajo es intuitivo; algo me empuja hacia un tema que surge, porque tengo necesidad de explorarlo a través de imágenes y sigo ese impulso o esa necesidad; en este sentido, me hace mucho eco una declaración del fotógrafo Stephen Shore, quien en algún momento dijo que fotografiamos con base en modelos mentales guardados en la memoria, que se definen de acuerdo con nuestra concepción y/o construcción del mundo, así como con momentos decisivos en nuestra vida. Un fotógrafo identifica los temas que encajan con sus modelos mentales y estructura sus fotografías en función de éstos de manera consciente o inconsciente. Pienso que así ha sido mi proceso creativo. Al entrar en contacto con el agua, mientras realizaba las fotografías de mi fotoensayo Luz profunda, se detonaron varias cosas que me empujaron a seguir explorando el tema del agua y luego eso me llevó al tema del origen de la vida y, de alguna manera, así se van conectado los temas. Otra parte del proceso es observar cuáles son las imágenes que me interesan en cierto momento y, para empezar a hacer investigación sobre el tema, anoto ideas y posibles conexiones.

El agua me ha resultado fascinante desde diferentes planos: lo estético, lo sensorial y lo simbólico; a nivel personal disfruto mucho de la experiencia sensorial de este elemento líquido. Me doy cuenta que, como dijo Shore, muchas de mis fotografías tienen que ver con experiencias que han marcado mi vida, y entre ellas están las que se relacionan con el tema de la vida y la muerte. En resumen, no tengo una respuesta concreta acerca de todo esto, pero pienso que eso es lo bello del proceso creativo, que me sigo haciendo preguntas y eso me lleva a seguir tomando fotografías y explorar temas e ideas.

Aún no me es posible hablar sobre la muerte, por eso me quedo sólo con una parte en este momento.

  1. La imagen del parto en el agua es impresionante. Cuéntanos sobre ese proyecto, ¿cómo llegaste a él?, ¿cómo entablas la confianza con la madre para que te permita ese nivel de intimidad?, ¿qué se siente documentar el inicio de la vida humana?, ¿qué buscas provocar en el espectador?

Gracias por el comentario hacia mi fotografía. Esta foto es parte de un fotoensayo titulado Paroxismos.

En este deseo de seguir trabajando con temas relacionados con el agua, comenzó mi acercamiento al parto humanizado. Una de mis primas había parido a sus hijos en la casa de partos Mi parto en agua. Me habló de todo el proceso; me contó que la había atendido una partera; me causó mucha curiosidad escuchar sobre una partera citadina, porque ahora la práctica de la partería en la ciudad ha aumentado, pero en aquel año que comencé a trabajar con Gaby Zebadúa en su casa de partos, no se escuchaba mucho sobre el parto humanizado y la partería urbana. Recuerdo que durante mi investigación leí que en México se practicaban demasiadas cesáreas innecesarias, así como algunos otros datos que cuestionaban el proceso de parto en México; el tema me interesó por todas las implicaciones, en cuanto derechos humanos y, sobre todo, porque son partos que se realizan en agua. Durante el proceso, el proyecto fue decantando hacia una exploración existencial y sensorial sobre el origen de la vida, al tiempo que exploraba los subtemas mencionados.

Acompañaba a las mujeres durante las pláticas de psicoprofilaxis y les explicaban de qué se trataba mi proyecto; no sé, muchas veces pasa que despierto confianza en la gente y ell@s en mí; hasta el momento con las personas que he fotografiado se ha dado una buena relación. Respecto a tu pregunta acerca de qué se siente asistir a los partos, pienso que es estar en un paroxismo constante, ya que la experiencia sensorial y la adrenalina son muy fuertes, y presenciar los partos me provocaba muchos cuestionamientos que desembocaron en fotografías; no podría describirlo desde el punto de vista maternal, porque no tengo hijos, pero yo lo viví desde la experiencia del origen de la vida que aún me sigue intrigando y provocando preguntas.

  1. Dedicar tu vida a trabajar la mirada y a compartir esa forma de observar el mundo con los demás, es una dinámica que la fotografía promueve, ¿cuál fue el camino que te llevó al mundo de los invidentes?, ¿por qué fotografiar a alguien que no podrá ver tus fotos?

El tema me interesó a partir de un reportaje que vi en canal 11; en la nota hablaban de personas ciegas jugando futbol y esa imagen chocó mucho con las que recordaba de otros fotógrafos o pinturas donde los mostraban como personas estáticas. Cuando los vi por primera vez en el Centro Paralímpico Mexicano, las imágenes que encontré fueron de personas ágiles, libres, poderosas y gozosas de vivir; eso me motivó a querer fotografiarlos y mostrar esa parte que consideré poco vista o poco conocida; por otro lado, la convivencia con est@s niñ@s y jóvenes cieg@s en el Centro Paralímpico era mi refugio y sé que hay una parte de mi historia de vida por la que me sentía identificada con ell@s, eso me empujó a ir todos los fines de semana al Centro Paralímpico Mexicano. Les agradezco por haberme dejado compartir esta parte de su vida.

¿Por qué fotografiar a alguien que no podrá ver tus fotos? Sinceramente, esta pregunta que me haces no la pensé cuando inicié el fotoensayo, pensé en mostrarle al mundo lo que yo vi, y en que mi trabajo pudiera contribuir a romper prejuicios y discriminación hacia los invidentes; sin embargo, sí hay forma de que ell@s “vean” las fotografías, sólo que usan sentidos diferentes a nosotros, pero considero que lo que habría que reflexionar en realidad sería, ¿a ellos las fotografías les significan algo? Esto lo platiqué hace poco con Erasto, uno de los jóvenes a quien fotografié durante ese tiempo, y me platicó algo que me dejó reflexionando: él y su hermana son ciegos de nacimiento; me dijo que mientras para él las imágenes y la fotografía es algo que le interesa y le intriga, a su hermana una fotografía no le significaba nada. Por otro lado, hay fotógrafos ciegos y leí que tienen una relación fuerte con la imagen, así que pienso que el deseo de imagen es algo muy personal.

Como bien dices, mi trabajo es compartir lo que veo y la intención primigenia del fotoensayo era dar a conocer esta parte del mundo de los invidentes poco explorada, y con ello abordar el tema desde los derechos humanos y la no discriminación hacia las personas ciegas. Durante el desarrollo del trabajo también encontré en la luz una herramienta expresiva para provocar una emoción en quien viera las fotografías, y pienso que este recurso en conjunto con el agua nos da una sensación de ligereza, libertad y dinamismo.

  1. En tu serie Minicrónica de una marcha, documentas un enfrentamiento violento entre pobladores y la policía. Platícanos sobre tu experiencia en ese día.

Sí, esas fotografías las tomé en el mes de noviembre del año 2006, durante el conflicto entre la APPO y el gobierno de Oaxaca. Habían anunciado una marcha pacífica para ese día, pero terminó en un enfrentamiento entre los manifestantes y la PFP. Cuando realicé estas fotografías tenía poco tiempo en el diarismo y me interesaba fotografiarlo todo, así que me fui a Oaxaca con la intención de realizar una crónica fotográfica, porque esa marcha me parecía importante, porque los manifestantes pedían la renuncia del gobernador Ulises Ruiz, y la liberación de los presos políticos; sin embargo, la marcha pacífica terminó en enfrentamientos y yo quise hacer una crónica mostrando las diferencias que había entre los dos bandos: mientras la PFP tenía sus cascos y todo su equipo, los manifestantes usaban cubetas como cascos y piedras, y fabricaban “bazucas” con lo que tenían a la mano.

  1. Cuando documentas enfrentamientos violentos de este tipo, ¿te da miedo?, ¿cómo lo trabajas? Háblanos sobre tus experiencias en esos momentos en los que estás expuesta a riesgos que pueden afectar tu salud.

En mi caso, necesito mucha concentración cuando hago fotografías y en ese momento no pensaba en el miedo, sino en hacer una buena fotografía y narrar lo que estaba sucediendo; me interesaba el tema desde el punto de vista crítico hacia la represión por parte del gobierno y quería denunciarlo con mis fotografías. Estudié en la UNAM y mis clases en la universidad me fomentaron mucho el periodismo con sentido social, así que eso era lo que pensaba mientras tomaba las fotografías; era hasta llegar a casa que me ponía a pensar en lo que pudo haber pasado, pero creo que me da más miedo caminar sola en la noche o viajar sola, por la situación que hay en nuestro país respecto a la violencia hacia la mujer. No sé si ahora sería diferente, pero en ese momento lo viví de esa manera.

  1. ¿Qué ha sido lo más difícil del ser fotógrafa?

Ser fotógrafa es un reto constante, me es difícil contestar esta pregunta, porque en este momento de mi vida estoy en una etapa de reenamoramiento con la fotografía y cuando estás enamorada no quieres ver la parte difícil, ¡jajajá! De hecho, estoy comenzando un curso de cinefotografía, ¡y estoy muy emocionada!

  1. Compártenos la experiencia que más te haya gustado fotografiar.

Hay muchas. Trabajar con niños y niñas ciegas ha sido una de ellas, conocerles y compartir muchos momentos divertidos; l@s niñ@s disfrutaban mucho de su actividad deportiva y me transmitían ese gozo por la vida, o al menos eso fue lo que percibí, y por lo cual disfruté mucho ir, además de que la luz del lugar me hipnotizaba. ¡También hacer la fotografía de la placenta durante uno de los partos!, fue un momento muy emotivo e intenso; en general disfruto todos los días capturar la luz o alguna escena que me cause curiosidad, y últimamente estoy practicando con luces de estudio y disfruto mucho ver los resultados que nos brinda ese tipo de luz, sobre todo en la comida.  

  1.  ¿Qué le dirías a las mujeres que se quieren dedicar a la fotografía?

Que es una hermosa profesión y, si su deseo por la imagen fotográfica es fuerte, ¡adelante! Serán muy felices.

  1. Es muy interesante la fotografía que nos compartes de Vicente Fox, donde le ponen cuernos, ¿qué piensas del uso de la fotografía para criticar y mofarse de los políticos?

Es una de las cosas por las que me gustó el fotoperiodismo cuando estaba en la escuela y veía los periódicos. La fotografía tiene su propio lenguaje y, al igual que en el periodismo escrito, también puedes dar información o emitir un comentario como un columnista, sólo que en este caso es a través de la imagen. La foto de los cuernitos, además de registrar un momento, emite un comentario sobre la figura presidencial y su sexenio.

  1. . Al producir tu obra, ¿abrevas desde dentro tuyo o te nutres del afuera para crear? Háblanos sobre tu proceso creativo.

Ambos; como comentaba en las respuestas anteriores, a veces mi proceso inicia con algún dato u hecho externo que me interesa o me intriga, y en el proceso se van abriendo otros caminos que me llevan a algo más íntimo o personal; en otras comienzo con una experiencia personal y un proceso intuitivo que se nutre o refleja en el exterior, todo ello con su respectivo proceso de investigación.

  1. Recomiéndanos tus cinco películas predilectas.

Billy Eliot, la danza fue una de mis pasiones durante un tiempo y me gusta mucho la combinación de un tema de conflicto social y la vida de un niño que se enamora de la danza; Cinema Paradiso, amo el idioma italiano y disfruto mucho ver cómo el protagonista se enamora del cine y sigue su pasión por hacer lo que le gusta; Nostalgia, de Tarkovski, amo la luz de esa película y creo que puedo encontrar cosas nuevas de admirar cada vez que la veo; además, siento que entro en un espacio onírico. Son tres de mis películas favoritas que ya tienen bastantes años y tengo dos más recientes que me gusta mucho verlas: La tragedia de Macbeth, del director Joel Cohen, por su impresionante fotografía en blanco y negro y, por último, un documental que se llama Aquarela, donde justo la protagonista es el agua. ¡Ah!, y una más, que es comercial (igual y me lincharán), pero disfruto mucho en este momento una película que se llama Gente que viene y bah; me gusta mucho la actuación de Carmen Maura y cuando veo esta película recuerdo a mi mamá con una sonrisa. En general me gusta mucho el cine, ya sea de arte o comercial; por ejemplo, también disfruto mucho las películas de Marvel y cualquiera que me ponga de buen humor; finalmente todo el cine es luz y la luz enamora siempre.

  1.  ¿Algo más que quisieras compartir con el público de Mediaciones?

¡Gracias por el espacio y la entrevista!

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