Reseña del libro Callar duele más, de Maru Ulivi

Johanna Pérez Daza

Ser mujer en el primer mundo es difícil,

pero serlo en el resto del mundo es heroico.

Ángeles Perillán

Mucho se ha escrito y reflexionado sobre las posibilidades del arte para la transformación social, al punto que ya puede resultar una idea común que, de tanto repetirse, ya no resuena. La diferencia sustancial está en la práctica, en el tránsito del decir al hacer. Ser artista implica tomar postura, por lo que algunas propuestas asumen un compromiso con su momento histórico y sus problemas. En estos casos, la indiferencia no es una alternativa.

Desde hace más de 7 años, la artista Maru Ulivi (Caracas, 1963) ha centrado su trabajo en la mujer, explorando los límites y miedos que las atrapan, las etiquetas impuestas y autoimpuestas, las conveniencias sociales y los estereotipos que afectan lo femenino. Lo ha hecho desde el arte y el trabajo social, articulando distintas áreas, convocando a expertos y profesionales que brindan asesoría legal y acompañamiento psicológico a quienes sufren agresiones y maltratos de diversa índole.

Se autodefine como “una rebelde con causa” que ha combinado en su trabajo la fotografía, el arte textil, la instalación y el collage. El arte le ha permitido acercarse, conocer y, finalmente, expresar temas complejos, necesarios de abordar. La comunicación es fundamental, porque en sus proyectos, escuchar y comprender están en primer plano. Por eso ha entrevistado a más de 300 mujeres de distintas edades, nacionalidades y condiciones socioeconómicas. ¿El resultado? Dos libros: Jaulas (2017) y Callar duele más (2020), exposiciones internacionales, conferencias y talleres, así como un nutrido contenido en redes sociales, a partir del cual se construye y fortalece una comunidad conectada y sensibilizada. “Es una comunidad de crecimiento, intercambio y aprendizajes”, afirma.

La autora insiste en que los resultados más importantes son las transformaciones que surgen en quienes participan en sus talleres, quienes conectan con sus piezas artísticas y publicaciones.

En la actualidad, y en sintonía con el trabajo ya realizado, Maru Ulivi desarrolla un proyecto internacional de arte y educación que involucra a mujeres de Latinoamérica. Hasta la fecha ha llegado a artesanas, madres y trabajadoras de distintos sectores en países como República Dominicana, Estados Unidos y Venezuela, esperando extenderse por nuevos destinos.

Callar duele más (2020), su más reciente publicación, es un proyecto editorial que abre discusiones en torno a las visiones de las mujeres sobre sí mismas, su cuerpo, su sexualidad y las limitaciones que cargan (sociales, psicológicas, religiosas y culturales). Sus páginas trascienden la fotografía directa, con imágenes cosidas e intervenidas como relecturas, sumatoria de grietas, remiendos y zurcidos en una suerte de metáfora de la vida que evoca las rasgaduras intangibles que oprimen, asfixian y encasillan. Es una apuesta por recomponer los fragmentos dispersos de muchas mujeres que han sufrido en silencio, de confrontar los convencionalismos, y sanar marcas y heridas.

Impreso en Colombia en 2020, el libro combina fotos de mujeres con detalles de la naturaleza y extractos de entrevistas de quienes se atrevieron a comentar lo que habían callado, a pronunciar palabras y experiencias nunca antes expresadas. Su identidad es resguardada, más que un nombre o un dato en particular, destacan sus confesiones. Aquí, algunas frases extraídas textualmente de Callar duele más:

—Me dio mucha pena el día que me desarrollé. Me sentía horrible, extraña. Lo peor que me podía pasar era manchar la silla del colegio, me hubieran podido enterrar. Esa mancha era “estar sucia”, sentía vergüenza, que no sabía manejarme a mí misma, que no me quería a mí misma.

—Mi pareja y yo somos bastante “puritanos”, no hablamos sobre nuestra relación sexual, es un tabú.

—Fui abusada sexualmente a los 8 años, fue muy duro, nunca lo había dicho a persona alguna.

—Me cansé de enterrar a quien yo era. Ahora soy quien quiero ser, soy fiel a mí.

—Un minuto de placer te puede arruinar el resto de tu vida.

—Creo que más que el tabú de la religión, es el tabú de la gordura.

—La presión del colegio y de mis padres era muy fuerte, el sexo era pecado. A pesar de eso, la curiosidad pudo más. Tuve mi primera relación a los 17 años y sentí que estaba pecando: me confesé.

—Mi problema soy yo, es mi mente.

—Después de pasar una depresión muy fuerte aprendí a quererme, a darme mi lugar, a no abusar de mi cuerpo. Tuve que volver a aprender a sentirme bien, a volver a tener seguridad en mí misma, aprender a respetarme yo para que los demás me respetaran. Tuve que trabajar en el perdón, aprendí a perdonarme.

La culpa, el silencio, los prejuicios y los miedos se cuelan en estas frases. Callar duele más es, sin duda, un libro que incomoda y sacude. Ha sido ésta la intención de su autora, cuya visión del arte se asocia a las transformaciones internas y externas impulsadas desde el acto creativo y el poder de conectar sensibilidades. Su inspiración y norte: las mujeres; madres, esposas, hijas, abuelas, de diferentes oficios, profesiones, edades y procedencias, con circunstancias particulares y proyectos por diseñar, construir y realizar. Ellas sostienen a sus familias, son la base de la sociedad, por eso es tan importante atender sus necesidades, porque de este modo, directa o indirectamente, se generan cambios y sanación en ellas y en su entorno.

Impreso en Bogotá, Colombia

ISBN 978-1-7923-3473-3

Primera edición: 100 ejemplares

Octubre de 2020

©2020 María Eugenia Ulivi Bello

Más información en: https://www.maruulivi.com/libros/libros

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