Acción colectiva feminista: agenda y activismo en las redes sociodigitales

Mónica Guadalupe López Dorantes

Resumen

El objetivo de este artículo es describir la acción colectiva feminista en las redes sociodigitales de medios y colectivas en México. Se da cuenta de las características de la acción colectiva, la promoción de la agenda y las formas de activismo. Para ello, se definieron tres dimensiones de análisis: 1) actores, los medios y las colectivas feministas; 2) agenda, que se refiere a los temas que difunden, y 3) tipo de infoactivismo. Además, se presenta el análisis de tres casos: Antes de Eva; Luchadoras, y (e)stereotipas. Se utilizó una metodología cuantitativa y se aplicó un análisis de contenido de los posts en Facebook de los casos de estudio. Entre los resultados más relevantes, se identificó la difusión de información para visibilizar y denunciar la violencia contra las mujeres, así como educar en temas de derechos y feminismo.

Palabras clave: acción colectiva, feminismo, redes sociodigitales.

Acción colectiva feminista

Las redes sociodigitales se han convertido en las principales plataformas que generan información o debates sobre asuntos políticos a través de Internet y han creado un nuevo modelo de participación política. Sidney Tarrow (2012) plantea que estas nuevas formas de protesta y de movimientos sociales son parte de una democracia global, y de una nueva forma de acción colectiva. En ese sentido, considera importante pensar en lo siguiente: 1) qué actores participan; 2) si participan grupos pequeños; 3) cuáles son las oportunidades y amenazas políticas; 4) la relación con la política institucional; 5) acciones y repertorios, y 6) la importancia de las redes y la movilización transnacional.

La implantación de esta forma de participación entra en una nueva práctica sociopolítica llamada tecnopolítica, que se entiende como la forma en que diversos sectores de la sociedad usan la tecnología, las redes sociales o las plataformas digitales para posicionar una agenda y acciones políticas, tanto en los entornos virtuales como en otros espacios (Toret, 2013; Abrego y Reguillo, 2019).

Las protestas y acciones feministas en la red se sitúan en la cuarta ola del feminismo, caracterizada por el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), la masividad, la globalidad y una relación intrínseca con otros movimientos sociales, así como la participación de diversos sectores de mujeres de diferentes edades, clases, razas y países (Cochrane, 2013; Fraser, 2019; Varela, 2019; Reverter, 2020).

Asimismo, se ubican en un contexto de violencia estructural contra las mujeres; por ejemplo, a partir de las denuncias hechas en las redes sociales como el #MiprimerAcoso y el #MeToo, miles de mujeres denunciaron la violencia sexual que es parte de su vida cotidiana, y cómo se ha legitimado y naturalizado. La violencia sexual o la cultura de la violación se había conceptualizado por la tercera ola, pero hasta estos últimos años se logró poner el foco en todos los niveles, se ha señalado con nombre y apellido a quienes cometieron cualquier tipo de violencia sexual y se exige justicia (Varela, 2019).

Las denuncias y las movilizaciones feministas que han estado presentes en las redes sociales se caracterizan por su poder disruptivo en diferentes espacios, además de ser una protesta de conflictividad transgresora al sistema político social (Rovira, 2022). Para Nuria Varela (2019) es necesario pensar las movilizaciones actuales desde una mirada interseccional, por la diversidad de sectores de mujeres que participan y de los contextos en que se encuentran. Sonia Reverter (2020) señala que no sólo se organizan en las redes sociales, sino que reflejan acciones en las calles y en otros espacios, como las calles, la comunidad o espacios no institucionalizados. Reverter concluye que luchan contra una igualdad entre géneros disfrazada, a través de los hashtags se ve un feminismo colectivo y heterogéneo con diversas demandas. Otra perspectiva se da desde la apropiación e incidencia tecnológica que se refleja en la agencia de las colectivas y las mujeres, que se manifiestan en acciones políticas como editatonas, talleres y conversatorios, como característica de la tecnopolítica feminista en las redes sociales (Pedraza y Rodríguez, 2019).

En ese sentido, la acción colectiva feminista se entiende como aquellas operaciones on line y off line que realizan las mujeres como respuesta a la cultura patriarcal, y a las diferentes formas y mecanismos de opresión que viven. En la acción colectiva feminista las actoras principales son las mujeres que buscan generar una cultura, unos discursos y unas identidades políticas, tanto en momentos coyunturales como de forma permanente.

Es importante pensar la acción colectiva desde el ciberfeminismo, ya que ha potencializado el uso de las tecnologías y el ciberespacio como un lugar de lucha, porque en este tipo de espacios se cuestionan los estereotipos de género, se visibiliza y se busca la erradicación de la violencia contra las mujeres y la generación de discursos alternos. El uso de estos espacios también permite reflexionar y posicionarse sobre cómo se reproduce la cultura patriarcal en Internet (Plant, 1998; Boix, 2015; Varela, 2019; Arruzza, Bhattacharya y Fraser, 2019; Reverter, 2020).

Metodología 

Se utilizó una metodología cuantitativa y se aplicó un análisis de contenido de los posts en Facebook de los casos de estudio. Para el análisis de los mensajes sólo se analizaron los posts que generaron las páginas y los perfiles de los medios, y las colectivas feministas. Se delimitó un tiempo de tres meses[1] y la muestra fue no probabilística; ésta quedó de la siguiente forma: Luchadoras 95, (e)stereotipas 201 y Antes de Eva 202, con un total de 498 posts.

Para la construcción del código de análisis y el levantamiento de datos se tomó en cuenta, como concepto central, agenda (temas y acciones específicas), y como categorías y subcategorías se desglosan los temas: derechos de las mujeres, violencia de género y los tipos de violencia en contra las mujeres, así como el tipo de objetivos del infoactivismo. En seguida se presentan los casos de estudio.

 

Luchadoras

Es un colectivo y medio feminista integrado por tres jóvenes periodistas. Sus inicios se dan en 2012 a través de un programa en Internet titulado Rompeviento TV y, a partir de entonces, han tenido una fuerte presencia en las redes sociales en Facebook y Twitter. Entre sus objetivos está trabajar “por una #InternetFeminista, usamos las TIC como herramientas para fortalecer la lucha por los derechos de las mujeres y grupos LGBTIQ, y por una Internet libre de violencia” (Luchadoras, Facebook, 2017).

(e)stereotipas

Para este grupo de jóvenes feministas su objetivo es “contribuir a nombrar, explicar y erradicar la discriminación por género, apostándole al feminismo, las tecnologías de la información, el sentido del humor y el pop” ((e)stereotipas, 2017). El proyecto concluyó en 2017, pero se tomó en cuenta para el análisis por la fuerte presencia que tuvo en las redes sociales. Entre sus principales acciones estaba la creación de campañas e informar respecto a temas relacionados con género desde la perspectiva feminista, y sus principales canales de información eran las redes sociales. Produjeron y difundieron videos en plataformas digitales con temas diversos, como violencia de género o estereotipos de género. #MiPrimerAcoso fue una iniciativa impulsada por Catalina Ruiz-Navarro y Estefanía Vela, integrantes de (e)stereotipas, y un elemento central en el discurso en las redes sociales y en los medios de comunicación antes y durante la marcha del 24 de abril de 2016, con más de 19000 tuits (Latitudes, 2016). Otras campañas que han creado son: #YodenuncieY, # Cuidadoconlosbalcones y #LaPazEsFeminista.

Antes de Eva

Es un medio feminista digital. Su objetivo es informar desde una perspectiva de género feminista sobre el conocimiento y el pensamiento crítico, la política, los derechos humanos, arte y cultura, y medio ambiente.

Las integrantes de este medio son mujeres jóvenes con formación universitaria, egresadas de la carrera de Comunicación de la UNAM. Uno de sus proyectos que ha tenido mayor difusión es #NecesitamosFeminismo, y el objetivo de esta campaña fue hacer conciencia sobre la violencia hacia las mujeres que viven de forma cotidiana y estructural.

Agenda y activismo feminista en las redes sociales

El análisis descriptivo de los tres casos de estudio es el siguiente. Los temas más tratados por los medios y las colectivas feministas seleccionadas son, en primer lugar, la violencia de género con 35%, otros temas con 29%, y temas sobre feminismo con 24%. Éste último surgió como categoría emergente, ya que todos los casos abordan la temática sobre el feminismo y se relaciona con el objetivo de educar.

El objetivo de la información que difunden los tres casos de estudio se encuentra, en primera instancia, visibilizar, con 26%, este objetivo se relaciona principalmente con el tema de violencia de género, y le sigue educar, con 21%, e informar, con 18%.

    La temática principal que abordan los tres medios y colectivas feministas es la violencia de género; este tipo de información es relevante, ya que da cuenta del contexto actual que viven las mujeres en el país. En México, 66% de las mujeres ha enfrentado violencia de cualquier tipo (INEGI, 2018). En los últimos años, en estados como Puebla, Estado de México y Veracruz se ha incrementado el número de feminicidios, ya que siete mexicanas son asesinadas cada día y sólo 25% de los casos se investigan como feminicidios, según el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio.

     

      En primer lugar se encuentra la violencia feminicida con 35%; en segundo lugar está la violencia de género con 28%, y luego la violencia institucional y la violencia sexual. Esta última categoría es emergente, porque no se tenía contemplada y fue identificada al momento de hacer el análisis de los mensajes, ya que se observó que había posts que incluían la frase de violencia de género sin especificar el tipo, por lo que se decidió contemplarla como una categoría general.

      Los casos de estudio Luchadoras, (e)stereotipas y Antes de Eva pueden considerarse como una nueva generación de feministas mexicanas. La mayoría de las integrantes de estos medios y colectivos son mujeres jóvenes con formación académica universitaria; sin embargo, en algunos casos su formación feminista ha estado relacionada con el activismo y cierta distancia de la academia. A partir del análisis de las páginas de Facebook y sus páginas de Internet, se pueden definir como grupos autogestivos, lo que permite que sus acciones tengan un mayor rango de cobertura sobre la intención de la información que producen y difunden en las redes sociales. Se diferencian de los medios de comunicación dominantes, al no tener la infraestructura y una línea editorial marcada por alguna empresa mediática.

      Es importante señalar que apuestan tanto por un activismo on line como off line. Se identificó que el colectivo Luchadoras desarrolla acciones fuera de la red, como talleres y encuentros, que compaginan con sus actividades en las redes sociales.

      A través de los datos obtenidos se hizo una primera clasificación de los medios y colectivos, a partir de la agenda que difunden y sus objetivos en las redes sociales:

      1. Tecnofeministas/Ciberfeministas: son aquellos medios y colectivas que ven a la tecnología como una herramienta para promover de forma directa la agenda feminista, y tienen una marcada tendencia a cuestionar los discursos dominantes que repercuten en la vida y los derechos de las mujeres. De los casos de estudio, Luchadoras y (e)stereotipas se ubican en esta categoría. Luchadoras[2] se sitúa más en esta tipología, sus actividades dentro y fuera de Internet están marcadas por reconocer el papel central de la tecnología y el Internet como herramientas de empoderamiento, y para la participación política de las mujeres.
      2. Infofeministas: son medios que sólo se dedican a difundir información con perspectiva de género feminista a través de las redes sociales. Antes de Eva se ubica en esta categoría.

        A través de los datos obtenidos del análisis de los posts de las páginas de Facebook de los casos analizados, se puede concluir que estas colectivas y medios feministas producen un discurso alterno al hegemónico y participan en la generación de contrapúblicos (Faser, 1998; Rovira, 2016; Meneses, 2015a, 2015b; Castells, 2012). El tipo de información que se publica se centra, principalmente, en la violencia de género y en temas relacionados con el feminismo.

        La presencia de este tipo de discursos en el ciberespacio responde al contexto social y político que viven las mujeres en el país. El tema de la violencia de género está intrínsecamente relacionado con visibilizar o denunciar. Esta clase de actores en la red se han convertido en plataformas para desafiar esa violencia. Si bien no se sabe hasta qué punto han incidido en relación con las políticas públicas, sus demandas y presencia son un contrapeso simbólico en la opinión pública.

        Otro tema presente en la agenda de estos medios y colectivas es el feminismo, que se relaciona, sobre todo, con educar. Un aspecto a resaltar es la importancia de poner este tema en la agenda pública. Una de las inferencias que se puede hacer, con base en el análisis realizado, es que las colectivas y medios feministas buscan reposicionar al feminismo educando e informando. El tema del feminismo como parte de la agenda de estos medios y colectivas es una categoría emergente, porque no se había contemplado en el diseño del código de análisis.

        Asimismo, se identificó que Luchadoras aborda el tema de la tecnología, en primer lugar como herramienta para el empoderamiento de las mujeres, pero también abordan el tema de la violencia en contra de las mujeres a través de las TIC. Es el único caso que trabaja sobre esta temática, y se asumen como ciberfeministas, lo que se ve reflejado en los mensajes que difunden.

        Conclusiones

        La presencia de los medios y las colectivas feministas en Internet permite ganar terreno en el espacio público. Si bien estos grupos de mujeres producen y difunden información con perspectiva de género, el discurso feminista se posiciona en el espacio público por medio de las redes sociales y las tecnologías. En ese sentido, este tipo de acciones se puede categorizar como acción colectiva feminista y cómo su relación con los medios digitales ha potencializado el uso que le dan en los asuntos públicos, pero también en la construcción de redes afectivas y de apoyo (Pedraza y Rodríguez, 2019).

        Por lo anterior, las colectivas y medios feministas funcionan como actores contenciosos en momentos coyunturales o en casos relevantes para la defensa de los derechos de las mujeres; por ejemplo, es el caso de los feminicidios y las campañas sobre los derechos de las mujeres que cuestiona los discursos conservadores o las políticas públicas. Para Sadie Plant (1998), las mujeres en la red son tejedoras de la información, la agenda y los discursos dentro del ciberespacio, y contribuyen a la deconstrucción de los discursos hegemónicos.

        Por otro lado, los discursos y temas que se abordan en las páginas de Facebook no sólo cuestionan los problemas relacionados con los derechos y la violencia de género. Los tres casos de estudio dedican un espacio a visibilizar y educar sobre los estereotipos de género, por lo que se puede inferir que buscan deconstruir prácticas culturales y sociales relacionadas con las desigualdades y la violencia en la vida de las mujeres.

        Una de las características de la Sociedad de la Información y del Conocimiento son los grandes flujos de información y la construcción del conocimiento; por ello, el acceso a la información es un aspecto fundamental para la cimentación de las nuevas formas de la incorporación del discurso feminista en el ámbito público. Otro punto a resaltar es el objetivo de educar a través de las redes sociales, principalmente en temas de feminismo y de los derechos de las mujeres; la intención de educar se ve como un acto político, ya que busca formar y tener una visión crítica de las mujeres que siguen estos grupos.

        PIE DE PÁGINA

        [1] Para Luchadoras y Antes de Eva el período es del 1 de agosto al 30 de noviembre de 2017; en el caso de (e)stereotipas se tomó en cuenta el período del 1 de enero al 30 de agosto de 2017, ya que en el mes de agosto concluyó el proyecto.

        [2] Como parte del trabajo de campo cualitativo, se asistió a dos actividades en que ha participado Luchadoras y que muestran sus actividades off line. La primera fue en el Segundo Encuentro Ciberfeminista el 24 de marzo de 2018 y la presentación de la página de Ciberseguras, una colectiva que está integrada por diversos grupos feministas de América Latina.

        REFERENCIAS

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